A 20 años del primer «Gran Hermano», el reality que cambió la televisión

Exhibía la convivencia de un grupo encerrado más de 100 días en una casa llena de cámaras.

«Gran Hermano» (GH), el reality holandés replicado en más de 70 países que exhibía la convivencia de un grupo encerrado más de 100 días en una casa plagada de cámaras que nunca se apagaban y que desembarcó en Argentina hace dos décadas, significó «un antes y un después en una televisión que reflejaba poco la realidad y la forma de mostrar la intimidad de las personas», aseguraron Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, entonces al frente de la programación de Telefe y responsables de importar el formato que debutó el 10 de marzo de 2001.

Mezcla de experimento sociológico con show televisivo el formato basado en el «Hermano mayor» omnipresente de la novela de George Orwell «1984» ofrecía un voyeurismo explícito que apostaba a redoblar la exitosa apuesta de «Expedición Robinson» que un año antes había llevado a un grupo de participantes a superar pruebas de supervivencia en una isla desierta.

Conducido por Soledad Silveyra y bajo el lema «la vida en directo», el 10 de marzo de 2001 «Gran Hermano» debutó con 20 puntos de rating. El envío, creado en 1999 por el holandés John de Mol abría las puertas de la pantalla para «la gente común» mientras en el «prime time» figuras como el prestigioso semiólogo Eliseo Verón y el periodista Jorge Dorio analizaban lo que sucedía en «la casa más famosa del país».

«Cuando Claudio asume la dirección, Telefé era una pantalla de conductores estrellas pero la época empezaba a cambiar y la Argentina real era mucho menos eufórica y más depresiva que lo que mostraba la televisión. Entonces nos propusimos volverla más realista y en consonancia con los cambios que se empezaban a introducir en el modelo televisivo y en las audiencias volverla más empática y ´Gran Hermano´ proponía eso: más identificación», dijo la periodista Bernarda Llorente.

Para sintetizar ese innovador formato que atendía al realismo y a la identificación, Claudio Villarruel apuntó: «Percibimos que había ‘algo’ y vaya si había algo con el posterior boom de las redes sociales. La gente no solo quería ver sino que quería mostrarse y la intimidad de los comunes pasó a ser un contenido audiovisual».

Con una inversión de un millón y medio de dólares, el envío que debutó nueve meses antes del corralito y los estallidos sociales de diciembre de 2001 que pusieron fin al gobierno de Fernando de la Rúa, reunió a 12 participantes que se encerraron en una casa ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires, dispuestos a ser filmados las 24 horas del día, durante más de 100 días, para competir por el premio de 200.000 dólares/pesos.

La selección de los 12 participantes (que incluyó cuestionarios, tests grafológicos, entrevistas psicológicas y hasta pruebas de cámara) recorrió el país y se hizo entre 25 mil personas.

A lo largo de las semanas, los elegidos debían ponerse de acuerdo para limpiar la casa, cocinar, mantener la huerta y el gallinero, obtener la leche de una vaca holando-argentina y determinar las compras semanales que la producción realizaba con un presupuesto concebido de antemano.

El sistema de eliminación que determinaba el «triunfador» era mixto: cada semana los integrantes de la casa votaban un «nominado» para abandonar el hogar, y entre los dos más votados la elección final la hacían los televidentes a través de un sufragio telefónico.

«‘Gran Hermano’ fue la génesis de una nueva modernidad vinculada con la idea de ´mostrarse´ que luego consolidarían las redes sociales. Cuando hicimos el programa no existían Facebook, Instagram o Twitter, pero sabíamos que ahí estaba el germen de un fenómeno», sostuvo Villarruel.

El sociólogo, guionista y conductor que por entonces tenía 33 años y venía de producir «Videomatch» de Marcelo Tinelli, señaló que «hoy GH es un poroto al lado de las redes sociales pero en ese momento era algo fuerte y como canal líder teníamos que ser vanguardia: no podíamos plantear una pantalla distinta si no elegíamos algo que marcara un antes y un después».

«Eso nos daba miedo», agregó Llorente entre risas, y acotó: «Fuimos tan culposos que nos rodeamos de una coraza que nos permitiera defendernos de los misiles que nos podían tirar».


Con información de Agencia Télam

"Gran Hermano" (GH), el reality holandés replicado en más de 70 países que exhibía la convivencia de un grupo encerrado más de 100 días en una casa plagada de cámaras que nunca se apagaban y que desembarcó en Argentina hace dos décadas, significó "un antes y un después en una televisión que reflejaba poco la realidad y la forma de mostrar la intimidad de las personas", aseguraron Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, entonces al frente de la programación de Telefe y responsables de importar el formato que debutó el 10 de marzo de 2001.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios