Eduardo Berti, entre Fangio y Spinetta
El escritor y periodista Eduardo Berti acaba de publicar “Faster”, novela que se centra en la entrevista con la que nació su vocación y “Por” un libro en el que analiza las letras de Luis Alberto Spinetta en una propuesta lúdica.
Una entrevista con el corredor Juan Manuel Fangio que el escritor Eduardo Berti realizó junto a un amigo cuando tenía 14 años marcó a fines de los 70 el comienzo de su relación con la escritura y casi cuarenta años después resurge como el sustrato lúdico de “Faster”.
Una lluviosa tarde de 1979, el quíntuple campeón de Fórmula Uno se sentó frente a los dos chicos que con el desparpajo típico de la casi adolescencia habían llamado días antes a la agencia de autos que había montado en la periferia de la ciudad y pasó casi una hora desgranando anécdotas y frases elocuentes, sin imaginar que, además de disparar la tirada más exitosa de la revista deportiva artesanal que los amigos venían publicando desde hacía unos meses, marcaría el comienzo de una vocación periodística que selló el destino de ambos.
En “Faster” (Impedimenta), Berti va en busca de su juventud sabiendo de antemano que el umbral último de su indagación será esa intersección entre el niño que fue y el adulto que hoy recuerda, bajo una prosa envolvente y sutil que cruza la evocación de las hazañas de Fangio con el relato de su vínculo con Fernán -un nombre falso que acaso es la mayor adulteración que se permite el escritor para hablar de esa amistad que no ha declinado con el paso del tiempo- y la pasión compartida por los Beatles y George Harrison, de cuya canción homónima está tomado el título del libro.
P- En “Faster” está presente la idea de la memoria como una construcción en la que opera la ficción, la adulteración o el olvido ¿Todos esos elementos vinculados dan cuenta de la complejidad que implica resignificar el pasado?
R- La novela tiene como una forma circular, de ritornello. Esos círculos tienen que ver con el flujo de la memoria, con que los recuerdos funcionan a la manera de olas que se van empujando unos a otros y en ese proceso se produce cierta distorsión. La entrevista con Fangio es real, pero en el proceso de recuperación narro también las dificultades para ser fiel a la memoria: la idea es recuperar ese episodio sin ocultar el hecho de que el tiempo ha pasado y poniéndolo en diálogo con la ficción y la imaginación. Ese día, entre otras cosas, nació la vocación de escribir, la de hacer periodismo y ficción. La estructura circular surgió de manera natural porque los recuerdos se iban conectando pero con el transcurrir de la escritura me fui dando cuenta de que la forma tenía que ver también con el circuito de Fórmula Uno y con los discos, dos temas que se van articulando a lo largo de la novela a partir de Fangio, los Beatles y George Harrison.
P- “Hay momentos de la vida en los que somos, de manera inexplicable, de modo casi aterrador, los que llegaremos a ser más tarde”, citás a Marguerite Yourcenar. ¿Cuando supiste que la entrevista con Fangio fue como un “momento epifánico” que selló tu destino?
R- Me fui dando cuenta a medida que fui contando esta historia. Hace un tiempo reedité mi primer texto -un libro de conversaciones con Luis Alberto Spinetta- y cuando tuve que recordar ese momento en que tomé coraje y levanté el teléfono para hablar con Spinetta me volvieron los recuerdos de esa llamada a Fangio. En cierto modo, llamar a Spinetta fue como volver a llamar a Fangio. La misma inconsciencia, el mismo arrojo y el mismo efecto decisivo. Hoy creo que me animé a llamar a Spinetta porque tal vez ya lo había hecho con Fangio y no me había salido nada mal.
P- Hay también una aproximación a la incidencia del azar y lo accidental ¿Pensás habitualmente en la gravitación del imprevisto?
R- En el libro me pregunto “qué hubiera ocurrido si” y creo que ese es justamente uno de los principios de la ficción. La ficción piensa mucho en términos de hipótesis: que ocurría si, qué hubiera pasado “si en vez de”… En este caso me pregunto qué hubiese pasado si Fangio no atendía, o si atendía pero las cosas no se daban del mismo modo. No deja de ser interesante que lo accidental aparezca en esta novela que habla de las carreras de autos y de los accidentes. Hay otros capítulos que hablan de la fragilidad, de cómo un segundo o un detalle puede modificar todo. Y de eso habla incluso la canción de Harrison, un tema que él le dedica a un corredor que muere poco antes, Ronnie Peterson.
Aproximación lúdica a la obra de Luis Alberto Spinetta
El otro libro que Eduardo Berti presenta en paralelo por estos días tiene un título tomado de un tema de Luis Alberto Spinetta: “Por” y ofrece un repertorio de lecturas en torno de la obra que el autor de “Bajan” escribió en 1973, y que sobrevive como una de las letras más singulares del rock nacional.
El autor retoma la figura de Spinetta luego de “Crónicas e iluminaciones” -el libro que publicó originalmente en 1988 y que surgió luego de varias charlas con el músico-, aunque en este caso se aparta del afán biográfico para componer una obra lúdica que ensaya distintas aproximaciones que van desde el surrealismo a la lectura interactiva propuesta por Julio Cortázar, pasando por la psicodelia y la poesía.
En “Por” (Gourmet Musical) Berti propone 47 relecturas distintas del tema incluido en el album “Artaud” -la misma cantidad de palabras que integran la canción- y anexa un mazo de cartas alusivo para que el lector pueda trazar otros recorridos posibles.
“Siempre me fascinó esa canción. Spinetta me parece un artista increíble, como letrista y como músico, es uno de los raros casos donde hizo las dos cosas a un altísimo nivel. Y en el caso de ‘Por’ lo que me interesó siempre es la idea, lo inquietante que es esa forma. Es una canción que tiene 47 palabras y donde las palabras están como indeterminadas y sueltas, no están puestas en el contexto de una frase”, explicó Berti a Télam.
Télam
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