Así funciona el primer parque eólico de Río Negro

Los 29 aerogeneradores están en Pomona y son los más altos del país. Algunos ya entregan energía a la red. “Río Negro” recorrió el lugar, que ayer fue visitado por el presidente Mauricio Macri.

Los molinos de viento están a ocho kilómetros de distancia pero se ven nítidos desde la Ruta Nacional 250 que lleva a Viedma. Para llegar hay que bajar hacia el sur, tomar la provincial 4 y recorrer un tramo que presenta asfalto con parches pero se puede transitar con precaución. Atrás quedaron Pomona y el río Negro con su valle amarillo del otoño. Adelante aparece una meseta que apenas se eleva. A la derecha del camino surge el verde: campos con cuadros de alfalfa y maizales secos. Así es el lugar donde se levanta el primer parque eólico de Río Negro, ya en la cuenta regresiva para transformar el viento en energía limpia.

El parque  fue visitado ayer por el presidente Mauricio Macri, que destacó las bondades de la producción de energía limpia.

Vientos uniformes, dos líneas de alta tensión que pasan por el lugar y el hecho de que los molinos logran un mayor tiempo promedio de operación –estimado en 14 horas diarias– jugaron a favor para instalarlo en Pomona.

El parque generará 113 MW de potencia, que equivale a una décima parte de la que produce la hidroeléctrica de El Chocón. Tres molinos ya entregan energía y funcionaría a pleno el mes próximo.

Las puertas del lugar se abrieron antes de la visita del Presidente para que un equipo periodístico de “Río Negro” pueda recorrerlo.

En el portal de ingreso era incesante la entrada y salida de vehículos de las subcontratistas. Una vez adentro, el camino muestra a los costados un par de corrales de vacas vacíos, maquinas viales que desmontan y emparejan caminos y algunos terneros tratando de encontrar yuyos tiernos. La tierra fue arrendada a un criancero del lugar.

Luego aparece a la vista, imponente, la primera línea de 8 aerogeneradores. En total son 29 Tienen 120 metros de altura –casi el doble del obelisco porteño–, y llevan 3 palas de 65 metros. Son los equipos más altos del país y están distribuidos en un espacio de 1.300 hectáreas. Lo opera la empresa Genneia. La proveedora de los equipos es la alemana Nordex, que hoy los está probando. Sus técnicos y operarios andan trepados a los molinos para chequear el funcionamiento y la energía de 3,9 megavatios (MW) que debe generar cada uno.

Sin operación del hombre

Gracias a los datos que registra un sensor, cada aerogenerador se orienta automáticamente y las aspas se posicionan para aprovechar al máximo la energía del viento. Comienzan a girar a partir de los 10 kilómetros de velocidad y se paran cuando el viento es muy fuerte. Si eso sucede, la torsión del acero está preparada para resistirlos, aunque la torre del molino se mueva dos metros.

“Para nosotros esta es la etapa crítica, debemos dejar todo definido, cumplir los pasos para que nos aprueben la venta de energía al sistema. El contrato de operación comercial marca septiembre, pero venimos adelantados”, explica Alfredo Bernardi, gerente de Relaciones Institucionales de Genneia. “Es como salir a probar el motor de una auto, para ver cómo rinde y si aparece algo que hay que ajustar antes de entregarlo al comprador”, añadió con didáctica.

Instalación

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Los tramos de cada molino. Fueron montados con grúas especiales. Sus bases tienen 22 metros de diámetro.

Tres aerogeneradores comenzaron a entregar energía de prueba a la línea de Transcomahue el fin de semana, que ya la distribuye en la región. No descartan que en junio el parque genere toda su potencia, de 113 megavatios (MW) con la conección de todos los molinos a la red. La inauguración oficial está prevista para septiembre pero podrían adelantarse.

Bernardi destacó que el parque “tiene fuertes características de la provincia, es muy rionegrino”. Y enumeró: “las piezas de los molinos y los equipos entraron por el puerto de San Antonio Oeste, se coordinó con municipios los operativos de seguridad para el traslado por las rutas, hubo un convenio con el gobierno provincial, municipios del Valle Medio y el gremio de la Uocra para que el 70% de los 250 puestos que generó el parque sean mano de obra local”.

La mayor demanda de trabajo fue durante la construcción de las bases de 22 metros de diámetro para los molinos. Tienen 450 m3 de hormigón (varias casas) para sostener las moles de 120 metros.

Beneficios en Pomona

El impacto que generó la obra en Pomona –1.500 habitantes sumando población rural– fue significativo pero no se extenderá: el parque funcionará con mínimo personal ya que casi todo está automatizado. Hasta hace poco, con las obras civiles, unos 30 vecinos tuvieron empleo temporario para hacer las bases de los molinos. Otros le vendían viandas a los operarios que pasan para trabajar en el parque. El municipio recaudó tres millones de pesos en impuestos , informó el intendente Miguel Jara (FpV).

“Muestra la capacidad que tenemos”

Macri llegó en helicóptero al parque, junto a Weretilneck. (Foto: César Izza)

Casi de sorpresa, el presidente Mauricio Macri visitó ayer por la mañana el parque eólico de Pomona. Llegó a Choele Choel en avión y desde allí se trasladó en helicóptero. Lo esperaba el gobernador Alberto Weretilneck, los diputados nacionales Sergio Wisky y Lorena Matzen, funcionarios provinciales, algunos intendentes, además de dirigentes de Cambiemos.

Agradeció “la cálida bienvenida de Alberto (Weretilneck)”, dijo que era la sexta vez que visitaba la provincia como presidente, y que estaba orgulloso de ser el primer máximo mandatario en visitar “Pomoná” (sic).

Luego de felicitar al gobernador por la victoria de Juntos en la elección provincial y destacar que “la gobernadora” (Arabela Carreras) va a continuar con el trabajo ya iniciado, remarcó que “este parque podría abastecer de energía a dos Bariloche. Eso muestra la capacidad que tenemos “.

Enseguida le preguntó qué función cumplían dos operarias que estaban junto a él en el acto.

“Son los vientos, es el sol, es la madera, es el biogás… son desarrollos muy importantes para las economías regionales. Estamos hablando más de 9 mil puestos de trabajo en fábricas que se han montado….”, destacó con un tono distendido, en una mañana soleada pero muy fría.

Luego, bromeó con que Río Negro, Neuquén, y Santa Cruz “dicen que tienen las mejores cerezas”, pero destacó que a partir del desarrollo productivo de este sector, se van a generar unos 100 mil puestos de trabajo en el futuro.

Tras los saludos con los dirigentes locales y operarios que asistieron al acto, el presidente se trasladó hasta Darwin donde encabezó un acto político.

La actividad duró menos de una hora en el polideportivo local, que no estuvo colmado, aunque muchos vecinos no pudieron ingresar porque se cerraron las puertas.

Adentro, en el medio de un círculo de espectadores, Macri hizo un discurso de campaña y arengó a los presentes a ayudarlo a convencer al resto de que “el camino elegido es el correcto.”

Una miniciudad en la estepa

El ganado convive con la alta tecnología. (Foto: Andrés Maripe)

El corazón del parque eólico de  Pomona es un obrador en medio del desierto. Unos 20 módulos habitacionales funcionan como oficinas para las subcontratistas. Allí están Genneia como operadora, Nordex (Alemania), que provee la tecnología y montó los molinos, y otras subcontratistas que trabajan en diversos rubros: obra eléctrica, civil (las constructoras de las bases de concreto), máquinas viales y el funcionamiento de Internet.

En el pico de actividad del parque trabajaron 250 personas, hoy se desempeñan unas 50.

De los que quedan hoy, la mayoría son electricistas y distintos operadores que trabajan en la puesta a punto de los aerogeneradores, explicó Javier Riba, gerente de Proyecto de Genneia.

Los nómades que trabajan colgados

Un técnico alemán pone a punto los ascensores.

Operarios españoles, alemanes, sudafricanos y brasileños circulan por el parque con sus mamelucos, cascos y un arnés cruzándole el cuerpo.

Los conocen como los nómades de las alturas porque recorren los parques de todo el mundo para instalar y hacer funcionar los aerogeneradores.

Están muy entrenados para realizar los montajes de las piezas y deslizarse por las cuerdas.

En el caso de Pomona, deben garantizar que cada molino entregue 3,9 MW de potencia.

“Cada empresa trae su propia tecnología y dispositivos y tienen que saber manejarlos, por eso aquí hay mucha gente de otros países”, explicó Javier Riba, gerente del proyecto en Genneia.

Una de las nómades es la ingeniera civil española Leticia Fernández. Trabajó al frente de 150 personas. Ahora lo hace en un parque de Suecia y su próximo paso será en Australia.

Otro de los nómades es un técnico alemán, oriundo de Rostock, cerca de Hamburgo y trabaja para Nordex, la empresa que provee y monta el parque en Pomona.


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