Internos de Senillosa tienen huerta propia
Desde el Proda desarrollan un proyecto con los detenidos en la cárcel federal. Tiene fines terapéuticos y productivos.
Las modalidades de generar una huerta propia viene instalándose con más fuerza en los últimos años. Es considerada como espacio de trabajo y también como formadora de conductas: las tareas culturales ligadas a la producción hortícola demandan regularidad, constancia y dedicación en relación con las labores cotidianas.
Para fomentar esos objetivos, el martes próximo se firmará un convenio entre el ministerio de Producción neuquino a través del Programa de Desarrollo Agroalimentario (Proda) y el Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario Federal (Encope), para formalizar la implementación de un plan productivo que ya está en marcha en el Complejo Penitenciario Federal V de Senillosa, denominado Huertas Terapéuticas en Contextos de Privación de la Libertad.
Según autoridades del Proda, el convenio tiene como finalidad generar opciones productivas agroalimentarias para la población carcelaria del complejo penitenciario, y desde hace aproximadamente ocho meses ya se trabaja dentro del predio.
Hasta el momento hay más de 100 bancales productivos donde trabajan los internos, además están en marcha tres invernaderos plantineros, un deshidratador solar y se capacitó al personal penitenciario para que multipliquen los conocimientos y técnicas entre los internos designados para trabajar la tierra.
La unidad carcelaria de Senillosa fue incluida en los planes de cultivo de stevia y de zapallos, ejes estratégicos de la agricultura urbana del programa Proda y en la reciente temporada de primavera-verano se logró cosechar grandes cantidades de hortalizas frescas.
Se trata de una exigencia diaria para el interno que implica una ocupación constante y un uso productivo del tiempo”.
Parte de los fundamentos del proyectos desarrollado desde el Proda.
Además se articula junto al personal de la cocina de la institución, transformando los residuos orgánicos en materia compostada para nutrir el suelo productivo.
Los fundamentos del proyecto se sustentan en la idea de permitirle a los internos perfeccionar los hábitos laborales en procura de un oficio y obtener productos agroalimentarios para autoconsumo y otros destinos.
“Teniendo en cuenta la alta potencialidad que en esta materia posee el Complejo Penitenciario Federal V, como superficies productivas a desarrollar, población carcelaria posible de ser afectada, residuos orgánicos continuos para generar suelo cultivable, condiciones mínimas productivas se proyecta el desarrollo de diferentes líneas de producción en forma gradual”, explicaron desde el organismo provincial.
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