Mujeres en tecnología: una brecha que los avances no logran achicar

El interés por estudiar carreras relacionadas al desarrollo de software y de programación crece a pasos agigantados, y las mujeres lograron ocupar un lugar importante en las estadísticas. Sin embargo, uno de los grandes desafíos viene relacionado a las oportunidades laborales que se ofrecen en la región.

Según el registro que lleva adelante la Secretaría Académica en la Facultad de Informática (FAI) de la Universidad Nacional del Comahue, de 780 reinscriptos para este año, sólo 141 son mujeres, y de 257 nuevas inscripciones aproximadamente ocupan el 14 %.

Guillermo Grosso, decano de la Facultad de Informática de la UNC explicó que “al principio del boom de la carrera, la cantidad de varones y mujeres era prácticamente igual, pero con el tiempo eso se fue modificando. Tal vez sea porque a la computación se le dio una impronta más bien técnica”.

Si bien la concientización sobre las problemáticas de género en el sector tomaron relevancia en los últimos años, la brecha parece seguir presente en términos laborales.

En Neuquén hay mucha demanda laboral en este ámbito: desde pymes locales a empresas petroleras, de comercios a bancos, e incluso el gobierno provincial y la municipalidad ofrecen puestos de trabajo para alumnos que están cursando ya el tercer año de la carrera.

Puesto en números: dentro de la provincia de Neuquén y según un estudio anual del Centro Pyme Adeneu, en 2017 se registraron 83 empresas del sector infotecnológico y estimaron 50 empresas más sin registrar, por lo que se elevaría el número a 133. El personal involucrado superaba las 800 personas, así que hay un promedio de seis empleados por compañía.

Daniela Manrique, que tiene 27 años y es estudiante avanzada en la UNC, explicó que dentro de los puestos de trabajo que se ofrecen en Neuquén, prácticamente no existen diferenciaciones de género en cargos. “Lo que suele pasar es que cuando una chica ingresa a trabajar, por ahí te pasan lo más fácil, como si nosotras no pudiésemos resolver situaciones complejas” aclaró.

Por su parte, Celeste Ramos, que a sus 31 años está por terminar su tesis, detalló que dentro del ámbito laboral son muy pocas las mujeres. “Hay mucha demanda para cargos de programación y de soporte técnico, pero en esos cargos son prácticamente todos varones. Las mujeres ocupamos cargos referidos al área de análisis en sistemas”, indicó. “Hay bastante oferta laboral cuando sos estudiante. Los primeros en ser llamados son los varones, sobre todo para soporte técnico. Sumás experiencia y las empresas piden eso, más que el título de licenciatura”, explicó Celeste Ramos.
Además, Ramos indicó que “los cargos más altos, en su mayoría, están reservados a los hombres. Y existe esa cultura de que la mujer no es para la ingeniería, o la técnica”.

Desde sus inicios, el sector se destaca por su baja tasa de informalidad laboral y el pago de un alto nivel de remuneraciones. En la provincia de Neuquén, un salario promedio inicial es de 40.000 pesos.
“En nuestra carrera, muchas veces las empresas tienen en cuenta la experiencia laboral, y tal vez por eso muchos estudiantes abandonen. Por necesidad y por el ingreso, de a poco te vas alejando del aula si ya tenes trabajo”, afirmó Celeste Ramos.

Grosso reconoció que las carreras de informática son muy exigentes pero a su vez con buena salida laboral.

“Los salarios son atractivos para los jóvenes. Tenemos muchos pedidos de pasantías para alumnos que ya están en tercer año. En general todos los que ingresan al mercado laboral han tenido buenos resultados y al cabo de un año de experiencia los terminan contratando de manera permanente”.