Saltar el desayuno también es motivo de sobrepeso y obesidad
Alertan por el destierro del hábito de cumplir con la primera -y más importante- comida del día. Afecta el rendimiento escolar y deriva en colaciones inadecuadas. Claves para tener en cuenta.
El exceso de peso es uno de los principales problemas de salud que se evidencian en la población en general y el ámbito escolar no es ajeno. Las consecuencias de la falta de hábitos de alimentación saludable no sólo se hacen visible en el rendimiento de los estudiantes en las horas de educación física, sino también en el aula.
Especialistas enfatizan en que la toma del desayuno, tan desterrado para muchos, es clave. “El saltearse el desayuno es uno de los principales problemas para los chicos en la vuelta a clases, ya que muchos no tienen incorporado el hábito y es muy importante hasta para su desarrollo cognitivo y también directamente sobre los niveles de sobrepeso y obesidad”, remarcó Ailén Dietrich, una nutricionista roquense que alertó por las estadísticas del país.
En Argentina
- 30%
- de las personas es obesa mientras que más de la mitad de los habitantes sufren sobrepeso. Se trata de una epidemia mundial y para enfrentarla es imperiosa la toma de conciencia en lo cotidiano.
Docentes dieron cuenta de que la mayoría de los estudiantes no desayuna antes de ir a la escuela y hay casos en que también los alumnos rechazan el consumo del refrigerio que se les suministra durante la jornada escolar. Éste ultimo incluye leche y pan con dulces o queso.
El ayuno prolongado hace que en los recreos quieran consumir las ofertas no saludables que suelen tener disponibles en los kioscos de la escuela. O que lleguen a casa y quieran comer galletitas o pan antes de que esté la comida, y después no controlar la cantidad en el almuerzo
Ailén Dietrich, nutricionista
Dietrich insistió en la importancia del desayuno e identificó los tres elementos que conforman uno ideal: un lácteo descremado (leche, yogurt o porción de queso), un hidrato de carbono (pan integral, cereales no endulzados, galletitas caseras) y una fruta.
“Si es mucho, la fruta o las galletitas caseras se las pueden llevar como colación a la escuela. Para ello siempre es importante limitar la cantidad a la porción individual en vez de mandarlos con un paquete entero en la mochila”, aclaró.
Cuestión de hábitos
La nutricionista remarcó que “los niños no deben hacer dietas, sino aprender a comer en un entorno saludable”. Justamente el favorecer un ambiente amigo de la salud lleva tiempo, compromiso y no sólo abarca la alimentación. También se vincula a la importancia de realizar actividad física, otra clave para el crecimiento y desarrollo.
Según la especialista “la influencia genética se descartó que influya (en la obesidad) porque la salud es lo que cada uno hace día a día”.
La obesidad es una enfermedad multifactorial. “Los factores con más peso tienen son el medio social y los hábitos familiares. Los niños cada vez realizan menos actividad física y consumen más alimentos procesados y azucarados, como gaseosas, golosinas, galletitas”.
Diabetes, hígado graso y problemas metabólicos en niños, son las patologías secundarias que aparecen como consecuencias del exceso de peso que genera el consumo de azucares e hidratos de carbono.
“Se instaló el hábito de picoteo, frente a la TV o la computadora. Hay desorden de horarios. Además cada vez hay menos tiempo. Las mujeres trabajan, y requiere organización para hacer la compra y para cocinar. Una alternativa es tratar de elaborar el fin de semana para comer todos los grupos de alimentos durante la semana”, finalizó.
Consejos para aplicar en casa
- Pensar la comida para que podamos comer todos los integrantes de la familia.
- Enseñar desde el ejemplo: si no como vegetales, no puedo pretender que mis hijos los consuman.
- Cocinar lo justo. Y si es para que sobre, que sea para que sobre.
- No se recomienda llevar la olla a la mesa. Ingerir un plato o una porción. Lo ideal es trasladar sólo las porciones justas. Lo mismo vale para los paquetes enteros.
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