“No podemos predecir cuándo, pero se sabe que el programa monetario explota”
La evolución del precio del dólar en los últimos días, y la tendencia al alza en el nivel general de precios, son los dos grandes temas que desvelan hoy por hoy a la mayoría de los especialistas. Mariano Fernández es Master en Economía (Ucema), y en diálogo con Pulso, abordó los problemas que presenta el esquema monetario implementado por la actual conducción del Banco Central, en consonancia con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional.
PREGUNTA: ¿Cuál es el principal problema de la economía?
RESPUESTA: La inconsistencia del programa monetario. Lo que yo llamo ‘Plan Sandleris’ pudo al inicio generar algún efecto favorable controlando el tipo de cambio mediante una fuerte suba de la tasa de interés. Pero este tipo de planes, son de carácter transitorio. La dinámica de este tipo de programas es que funcionan por un periodo acotado de tiempo, y luego terminan explotando. Estamos justo en ese momento. Luego de un trimestre en el que hubo una especie de ‘pax cambiaria’, ahora lo que observamos es el proceso inverso. Aumenta la desconfianza en el gobierno, y con ello crece la posibilidad de que todo termine en una explosión.
P: Es un pronóstico fuerte…
R: Cuando se lanzó el programa escribí un artículo detallando las condiciones para que el plan converja o no. Y está sucediendo que no converge. Naturalmente no se puede decir cuando va a explotar. Pero si podemos decir que el sistema no es convergente.
P: ¿Por qué no resulta creíble el plan monetario?
R: El síntoma para creer en el programa hubiera sido una fuerte desaceleración de la tasa de la inflación, cosa que no vimos. La tasa de inflación de febrero fue del 3,8%, y la de marzo retornaría a los niveles de septiembre del año pasado. No hay que mirar solo la base monetaria, sino también la emisión de las Leliq, que a diferencia de las Lebac, están en poder de los bancos, con lo cual estamos contaminando el sistema financiero.
P: ¿Cuál es la variable clave que hay que observar?
R: Hoy es crucial mirar con atención el nivel de depósitos del sector privado. Lo que vemos es que hasta febrero los depósitos a plazo fijo venían creciendo, y desde ese mes no solo dejaron de crecer, sino que iniciaron un leve proceso de caída. Eso no nos da motivos para decir que empezó una corrida, pero como los datos a inicios de marzo muestran la misma tendencia, si podemos decir que a medida que la gente comienza a dolarizarse, el plan colapsa. A ello se suma la dinámica de las Letras del Tesoro (Letes), cuya renovación está íntimamente ligada a la confianza en el gobierno.
El síntoma para creer en el programa hubiera sido una fuerte desaceleración de la tasa de la inflación, cosa que no vimos.
P: ¿Está anunciando la fuga de depósitos?
R: Lo que estoy diciendo es que dado que el programa no logró recomponer la credibilidad por ser poco sustentable, indefectiblemente se va a iniciar un proceso de dolarización de carteras que podría finalizar en una fuga de depósitos. Y no estoy incluyendo en el análisis la incertidumbre electoral. Si agregamos esa componente, el cóctel es explosivo. Estamos caminando en una cornisa, donde cualquier brisa nos puede tirar al precipicio.
Impuesto a las Ganancias y una fecha clave
P: ¿Fue saludable el cambio Lebac por Leliq?
R: Con las Lebac se evitó tomar una decisión drástica al asumir con la enorme cantidad de dinero en circulación y con los futuros, y con las Leliq se evitó una solución más ‘sangrienta’ para el tema Lebacs. El problema es que si las Lebacs se hubieran canjeado por algún instrumento de largo plazo, la exposición de los bancos hubiera sido del 20%, mientras que el resto eran privados. Hoy con las Leliq, los bancos tienen una alta exposición en sus balances, y la contrapartida de eso, son los depósitos.
Es decir, el 80% de los depósitos privados no está colocado en actividades productivas, sino en la deuda contra el Banco Central.
P: ¿Eso quita fuerza al crédito al sector privado?
R: Es que ese es uno de los grandes problemas del programa, y una de las causas de la recesión actual. Hoy el crédito no está dirigido al sector privado. En este sentido, el ratio más importante es el de Depósitos a Plazo Fijo/Leliq, que hoy se ubica en torno al 80%. Eso nos dice ‘como está el activo de los bancos’. Es decir, el 80% de los depósitos privados no está colocado en actividades productivas, sino en la deuda contra el Banco Central. Los bancos se han transformado en instituciones de un solo cliente, el Banco Central.
P: ¿Es un esquema similar al del Plan Austral?
R: Es parecido al Plan Austral, y a lo que generó a fines de los ‘70, la cuenta de regulación monetaria. El problema es que ese tipo de planes siempre termina mal, porque se contamina el sistema financiero. En los 80, culminó con una hiper inflación, y con el Plan Bonex.
- Mariano Fernández es Licenciado en Economía (UBA) y Máster en Economía (Ucema).
- Fue profesor titular de las cátedras de Macroeconomía y Macroeconomía Superior en UADE y adjunto en Finanzas Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella.
- Fue asesor del Dr. Carlos Rodríguez en la Jefatura de Gabinete del Ministerio de Economía de la Nación (1997).
- Actualmente es Director de Admisiones de Grado y Secretario Académico del Departamento de Dirección de Empresas de Ucema.
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