Comerciantes de Neuquén al borde de la quiebra por el tarifazo de la luz
La cooperativa CALF intentó una rebelión contra el aumento de Cammesa pero no tuvo éxito. Los asociados harán un ruidazo contra el tarifazo.
Un grupo de comerciantes decidió organizarse para enfrentar el aumento de luz que se sentirá con las facturas de marzo. Quieren evitar despedir personal o sumarse a los tantos que ya han cerrado sus puertas.
El panorama que ven alrededor no es bueno: muchos locales cierran, menos gente en la calle y los costos fijos no paran de crecer. Para adentro sienten el compromiso de mantener los puestos laborales de sus empleados, aunque ya no saben cómo. Se sienten “asfixiados”. Así lo describieron José Ortíz, dueño de una bicicleteria, y Juan Carlos Martínez, del rubro gastronómico.
Pensamos en cerrar el segundo local pero dejamos a esas personas sin trabajo y no son sólo ellos, también está su familia. Estamos ahogados»
José Ortíz comerciante de la ciudad de Neuquén
A sus preocupaciones se sumó el aumento de la electricidad desde el 1 de febrero. La cooperativa CALF propuso enfrentarse a la mayorista de energía eléctrica Cammesa, pero por ahora viene perdiendo la batalla.
El grupo de comerciantes fue a la cooperativa a buscar respuestas para entender mejor qué pagan cuando abonan su factura. Los recibió Carlos Ciapponi, presidente del Consejo de Administración, quien celebró el encuentro porque “el 85% de la recaudación depende de los comercios, las pymes y las viviendas. Si no pueden pagar, nosotros tampoco”.
Recaudación de CALF
- 85
- es el porcentaje de lo que recibe la cooperativa y que corresponde a pymes, pequeños comercios y viviendas familiares.
Con más herramientas, decidieron sumar a sus pares al reclamo, por lo que anoche convocaron a una reunión ampliada. También planean hacer un “pitazo al tarifazo”, una manifestación que consiste en salir a la vereda de sus locales, junto a sus empleados y vecinos que quieran sumarse, para hacer ruido con silbatos y exigir ser escuchados por el gobierno.
El aumento, que será del 50% según Ciapponi, los asusta. Explicaron que pagan facturas desde 25.000 a 85.000 pesos y aclararon que sus electrodomésticos son de bajo consumo y se iluminan con luces LED, pero ya no tienen forma de reducir el consumo. Dejar de pagar tampoco es una opción porque lo que quieren es una solución que les permita seguir trabajando y no pensar en despidos, como lo hacen hoy.
“Es un efecto dominó: si no pago me cortan la luz y si me cortan la luz, no puedo trabajar”, lamentó Cristina Miquel, quien dirige la bicicleteria junto a su marido, José, quien sumó: “Si yo tengo que echar a un empleado no es sólo la indemnización que le tengo que pagar, es una familia que dejo sin sustento, no puedo hacer eso, pero tampoco puedo pagar tanto”.
Según Martínez, de 30 días que tiene el mes, 20 trabaja “para el Estado”, lo que hoy lo lleva a pensar en el ajuste. Sin embargo, las facturas y los impuestos se superponen con las caras de sus 20 empleados y, al igual que Ortíz y tantos otros, no sabe qué hacer.
Ahora sus esperanzas están puestas en un nuevo encuentro con CALF y hacer sentir su reclamo fuera de sus comercios.
El presidente de CALF, Carlos Ciapponi, manifestó que la situación de los comerciantes no le es indiferente a la cooperativa porque “el aumento de las tarifas tiene un impacto desproporcionado”.
La cooperativa lideró un intento de rebelión de las distribuidoras de energía del país, que si bien bajó el tono, continúa en una etapa de negociación.
Ciapponi espera una reunión con el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, para plantearle que aplicar el aumento que estableció la Resolución 366 repercutirá de forma negativa en todo el sistema , porque los usuarios no podrán pagar las facturas.
“Nos tienen que escuchar y dar una alternativa”, dijo . Mientras tanto, el incremento deberá ser aplicado.
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