Tramo decisivo para el rescate del niño que cayó al pozo en España
Tras finalizar el túnel vertical, los mineros deberán excavar una galería horizontal que llevará casi 20 horas.
El rescate de Julen, el niño de dos años que cayó en un pozo en la localidad malagueña de Totalán, España, entró hoy en la recta final tras la perforación de más de 52 metros del túnel vertical con el que se intentará llegar hasta el menor, aunque los labores se siguen complicando por la dureza del terreno y aún queda excavar una galería horizontal de forma manual.
Los mineros de la brigada de rescate que deben sacar a Julen del pozo afrontan la misión “con la ilusión de sacar con vida” al niño de dos años, afirmó Juan López Escobar, el delegado del Colegio de Ingenieros de Minerías, a pesar de que no hay ninguna prueba sobre el estado del menor.
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“Esa esperanza les mueve”, remarcó el experto, antes de negarse a ofrecer nuevos plazos sobre el operativo. Cuando ya pasaron ocho días desde el accidente, a juicio del rescatista, hablar de plazos lo único que hace es generar “frustración” y es “totalmente imprudente”.
Una vez terminados los últimos metros del túnel vertical- faltan 7 metros-, tan solo quedará la excavación de la galería horizontal que se hará con martillos neumáticos y llevará unas 20 horas más, según explicó en la víspera el coordinador del operativo, el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos en Málaga, Ángel García Vidal.
Los especialistas que deben rescatar al niño “son mineros de elite” y evaluaron “los riesgos y tienen todas las soluciones previstas”, destacó por su parte López Escobar. El operativo de rescate se puso en marcha el domingo 13 de enero, horas después de que el niño cayera en el pozo de más de 100 metros de profundidad y apenas unos 25 centímetros de diámetro.
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Las dimensiones del agujero y las características del terreno dificultaron las labores de rescate, que se convirtieron en toda una obra de ingeniería, en la que trabajan unos 300 profesionales y rescatistas. La dureza de las rocas es lo que está demorando el avance de toda la operación, que mantiene en vilo a España a la espera del milagro que supondría hallar al niño con vida.
El niño Julen se encontraría debajo de un “tapón de tierra” que los responsables del operativo hallaron en el interior del pozo a unos 80 metros de profundidad. La hipótesis de que se haya generado una “bolsa de aire” entre ese tapón y el resto del pozo es lo que alimenta la esperanza de los rescatistas y la familia.
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