El gobierno británico sobrevivió a moción de censura
La primera ministra británica Theresa May sobrevivió el miércoles a una moción de censura en el Parlamento, pero vio a su poder debilitarse aún más mientras lucha para mantener al Brexit en camino luego de que los legisladores rechazaran su acuerdo de divorcio con la Unión Europea.
May sobrevivió por un pequeño margen de 325 votos a favor y 306 en contra la moción de censura presentada por la oposición para derrocar a su gobierno y provocar una elección general.
El enfoque ahora regresó al Brexit, donde May está atorada entre sus propios flancos y la severidad de un Parlamento que busca un cambio radical de curso.
Tras ganar el voto, May prometió conversar de inmediato con los líderes de los partidos de oposición y otros legisladores en un intento por encontrar una salida para Gran Bretaña de la UE.
Los legisladores frustraron el pacto de May el martes al rechazar el acuerdo de divorcio que ha negociado con la UE durante los últimos dos años. El revés estaba previsto, pero la escala de la derrota _ 432 votos contra 202, la más grande para un gobierno británico en la Cámara de los Comunes en la historia moderna _ fue devastadora para el liderazgo de May y su pacto para el Brexit.
El líder del Partido Laborista de la oposición, Jeremy Corbyn, respondió con la moción de censura y exhortó al gobierno a “hacer lo correcto y renunciar”.
May, quien dirige un gobierno fraccionado, un Parlamento dividido y un proceso de Brexit estancado, dijo que se mantendría en el puesto. Expresó que la elección “profundizaría la división cuando necesitamos unidad, traería caos cuando necesitamos certidumbre y traería demoras cuando necesitamos avanzar”.
El gobierno sobrevivió a la votación del miércoles con apoyo del Partido Conservador de May y su aliado de Irlanda del Norte, el Partido Unionista Democrático. Muchos conservadores a favor del Brexit que votaron en contra del acuerdo de May, la apoyaron en la moción de censura para evitar una elección que podría colocar en el poder al Partido Laborista de izquierda.
De haber perdido el gobierno, Gran Bretaña hubiera tenido que organizar elecciones en cuestión de semanas, justo antes de que el país deba salir de la Unión Europea el 29 de marzo.
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