Boqueteros: testigos de las defensas apunta a la inocencia de los acusados

El juicio que se sigue contra la megabanda de boqueteros entró en la recta final ya que los últimos testigo serán escuchados hoy y en otra audiencia que se hará la semana que viene. Luego será turno de los alegatos y pedidos de penas.

En las jornadas que se hicieron esta semana y la que se llevará adelante hoy se escucharán todos los testimonios de las defensas. Uno de los testigos clave para el defensor Oscar Pineda, quien está a cargo de la representación legal del supuesto líder de la banda, José “Chuiqui” Forno, la declaración más importante fue la de un perito experto en sonido. “El especialista fue muy claro cuando sostuvo que no podía acreditarse que las voces de las escuchas telefónicas son realmente de los acusados”, indicó Pineda.

Por su parte, el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna señaló que considera que a lo largo de las audiencias se ha ido acreditando la responsabilidad de los acusados en los hechos y que esto refuerza su teoría del caso. “Trajeron una testigo que reconoció que la mesa y las sillas que estaban en la casa de Forno en 2016 eran nuevas y nos quieren hacer creer que las compraron hacía dos año atrás”, aseguró el fiscal.

Los investigadores siempre sostuvieron que esos muebles habían sido robados de BlancoAmor en Cipolletti, pero el defensor particular de Forno, Oscar Pineda, llevó un testigo que declaró que el supuesto líder de la banda los había comprado en un comercio en 2014.

Los alegatos se harán la semana que viene. Entre el miércoles y el viernes. Serán tres audiencias maratónicas ya que debido a la cantidad de imputados, defensores, fiscales y querella serán extensas jornadas. Desde Fiscalía adelantaron que pedirán duras penas. “Vamos por todo”, aclaró una alta fuente judicial.

En mayo de 2016 fue desbaratada la banda tras un megaoperativo que se realizó en la región. Son 16 las personas que están siendo juzgadas por haber integrado una asociación ilícita. Se les atribuye haber cometido 18 violentos robos y su líder sería un exempleado judicial, José “Chiqui” Forno.