Espera su milagro de Navidad: está primera en la lista de espera de trasplantes
Brisa tiene 13 años y es de Neuquén, pero desde hace casi tres meses está en Buenos Aires junto a su familia, aguardando la donación de un hígado.
José, el papá de Brisa Orellana Rossetti, cuenta la historia que comenzó hace tres meses como si tratara de años, porque les cambió la vida. Su hija es la primera en la lista de espera para un trasplante hepático, “según nos dijo el médico”, aclara.
Las fechas corren con precisión en el relato: el 26 de septiembre la adolescente de 13 años se descompensó, la llevaron al hospital, quedó internada, le descubrieron un tumor en el hígado (después sabrían que se trataba de muchos más), dos días después partían en un vuelo sanitario a Buenos Aires, donde viven desde ese momento.
“Imagínese la gravedad de la situación para que nos manden enseguida”, reflexionó José. Junto a su esposa y su hijo de 16 años acompañan a Brisa, que está con atención ambulatoria a la espera del trasplante, el único tratamiento médico que puede curarla. Los cuatro viven en un departamento cercano al hospital Italiano que es costeado por la obra social estatal.
José dejó en Neuquén capital el taxi que manejaba para vivir, su esposa pidió licencia como docente y como pueden tratar de sostenerse económicamente. El hombre lamentó que en Capital Federal todo es caro, “pero no importa, la prioridad es la salud de mi hija.”
A Brisa, que cursaba el primer año de la secundaria, sus docentes del CPEM 47 no la dejaron perder el año. Desde la institución se organizaron y tomaron los exámenes necesarios vía online, explicó José. Ahora a esperar.
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La adolescente es una de las 201 personas de Neuquén que integran la lista de espera de trasplante que confecciona el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). En total, en todo el país, hay 10384 inscriptos.
La perspectiva para quienes esperan un trasplante parece haber mejorado gracias a la llamada “ley Justina”, aprobada en julio pasado, que estableció que toda persona mayor de 18 años es donante de órganos, salvo que manifieste expresamente su voluntad de no serlo.
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