Habilitan el control de velocidad en Chimpay

La Agencia Nacional de Seguridad Vial homologó y autorizó el uso por parte del Municipio de Chimpay de cuatro radares de velocidad para que puedan seguir funcionando sobre la Ruta Nacional 22, a la altura de esa localidad del Valle Medio.

El uso de los equipos deberá estar a cargo de operadores matriculados y respetando el despliegue de la señalización correspondiente en cumplimiento de los requisitos de publicidad, de acuerdo con las exigencias de cartelería móvil determinadas por ese organismo.

En 30 días, las autoridades comunales deberán acreditar ante la Agencia todo requerimiento presentado ante Vialidad Nacional para la colocación de cartelería de tipo fija que indique la presencia de los equipos en el mencionado corredor y con el objeto de reducir la siniestralidad vial.

La Agencia solicitará informes en forma periódica y realizará relevamientos estadísticos y de infraestructura vial del tramo autorizado, para determinar la continuidad del aval otorgado o su remplazo por otras medidas de seguridad vial que garanticen un correcto cumplimiento de los objetivos de disminución de accidentes en esa jurisdicción.

La medida está vigente ya que está fechada el 21 de noviembre pasado, según informó a la Defensoría del Pueblo de Río Negro, es decir que las fotomultas basadas en esos radares son válidas a partir de la fecha indicada.

Con esto, los automovilistas que circulen por esa zona del Valle Medio deberán cuidarse, ya que la Agencia Nacional de Seguridad Vial informó que el 15 de febrero pasado se homologó y autorizó el uso de dos radares de control de velocidad por parte del Municipio de Darwin para ser utilizados entre los kilómetros 1005 y 1010 de la Ruta 22.

Hasta tanto llegara la autorización, la Defensora del Pueblo, Adriana Santagati, había gestionado con el intendente Hugo Funes que se anulen las sanciones a los automovilistas, luego de que ese órgano de control recibió numerosas quejas.

La legalidad del uso del radar en Chimpay fue motivo de fuerte polémica. Los operarios fueron atacados en varias oportunidades y destrozaron carteles.

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