Al ritmo de la chacarera, la escuela del Penal de Roca se llenó de baile y alegría

El folclore logró cautivar la atención de los internos del Establecimiento de Ejecución Penal II de Roca, que esta mañana protagonizaron el cierre del taller de danzas junto a sus profesoras, estudiantes del IUPA.

Zamba, chacarera, zapateo y percusión, fueron algunas de las claves de lo que aprendieron quienes estudian en el centro educativo mientras transitan sus condenas.

La actividad se realizó en el marco de un convenio de colaboración entre el Centro de Educación para Jóvenes y Adultos (Cepja) N° 39, que funciona en el penal; y el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA).

El acuerdo consistió en que las estudiantes avanzadas de la carrera de Danzas folclóricas realizaran sus prácticas de residencia en esta escuela en contexto de encierro.

Tatiana Barroso y Celeste Tillería, fueron quienes estuvieron al mando del taller que divirtió a todos durante el cuatrimestre, con una clase por semana. El docente a cargo de las residentes fue Héctor Palma.

Son 20 los alumnos-internos los que cursan sus estudios en el Cepja 39, según comentó la coordinadora Lorena Faath.

“Estamos todos muy contentos dentro de la comunidad educativa, el intercambio es muy positivo para todos por la generación de vínculos con una institución externa. Cuesta mucho acercar actividades a las escuelas en contextos de encierro y permite visibilizar que dentro de las cárceles también pasan cosas buenas”, comentó Faath a “La Comuna”.

Además, dijo que este proyecto les trajo la posibilidad de llevar a los estudiantes “una propuesta que tiene que ver con lo artístico, con reconocer el cuerpo y poder hacer cosas que dentro del encierro están como vedadas: cantar, bailar y hasta a veces gritar”.

“Esta apertura es lo que nos permite mejorar la representación social de las personas privadas de su libertad. Todos las personas que participaron de este proyecto se han ido muy contentas por el trato de los alumnos”, concluyó la coordinadora.