Día de lucha contra la obesidad: el desafío de sumarla a la agenda pública
6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso en nuestro país. El 30% de los niños en edad escolar tiene sobrepeso.
Según la Organización Mundial de la Salud la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
A través del decreto 330/2017 publicado en el Boletín oficial, la Argentina tiene desde el año pasado el “Día Nacional de Lucha contra la Obesidad”, establecido para el tercer miércoles del mes de octubre.
Entre otros objetivos, con la creación de esta fecha se busca instalar la problemática en la agenda pública y, de esta manera, sensibilizar a la población sobre la prevención y la importancia de realizar los controles pertinentes.
¿Cómo se mide?
Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC) que es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Las cifras
En nuestro país, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso. Para los niños en edad escolar las cifras son preocupantes: un 30% tiene sobrepeso y un 6% obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 casi se ha triplicado. En 2016 más de 650 millones de adultos eran obesos y esta cifra es más alarmante cuando hablamos de infancia: los datos arrojaron 41 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad.
¿Cómo prevenirla?
Limitar la ingesta energética.
Distribuir los alimentos en 4 comidas principales y 2 colaciones
Moderar el tamaño de las porciones
Consumir por día 5 porciones de frutas y verduras
Incorporar legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas.
Limitar el consumo de azúcar y alcohol.
Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física
¿Por qué se necesita un abordaje integral?
¿Por qué es necesario un abordaje integral y un tratamiento multidisciplinario de esta problemática, tanto desde el sector público como desde el privado?, cuestiona la médica nutricionista Andrea Miranda.
“Porque la obesidad – síndrome de evolución crónica, multifactorial y caracterizado por un aumento generalizado de la grasa corporal-, se asocia a comorbilidades que deterioran la calidad y reducen las expectativas de vida. Entre aquellas, podemos enumerar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, afecciones del aparato óseo o cuestiones cardíacas y cerebrovasculares. Además, una persona obesa tiene mayor tendencia a desarrollar distintos tipos de cáncer”.
“En el trabajo a lo largo de los años con pacientes con sobrepeso y obesidad se hace evidente que la mayoría de ellos presenta dificultades para manejar sus emociones -por ejemplo, la ansiedad, el estrés, la angustia, los miedos, entre otras-, que suelen canalizar en la comida. La aprobación de la liraglutida -nombre genérico del principio activo de esta droga- significa un avance en este desafío al actuar sobre los receptores del cerebro que controlan el apetito y la saciedad. Indicada por un especialista y generando hábitos saludables, los pacientes podrán reducir entre un 5 y un 10% de su peso, ya que al sentirse llenos y satisfechos, continúan sin frustraciones el tratamiento”.
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