Vecinos se unieron para reclamar que finalicen las obras de la Ruta 22
El tramo entre Plottier y Arroyito lleva cinco años en tareas. Desde el 2017 los trabajos están paralizados.
Desde hace un año la ampliación de la Ruta Nacional 22 entre la zona urbana de Plottier y Arroyito no sólo está paralizada sino que se convirtió en una seria amenaza para los vecinos y usuarios del sector, quienes denuncian que los trabajos abandonados son una trampa para conductores y ciclistas al punto que al menos una vez por semana se produce un choque.
Los vecinos decidieron tomar cartas en el asunto y tras la protesta que hicieron esta semana, volverán el lunes a reunirse en el acceso a la feria El Mangrullo donde esperan una respuesta de parte de autoridades del municipio, la provincia y Vialidad Nacional.
La ampliación de la vieja ruta comenzó hace más de cinco años, en mayo de 2013. Los trabajos consistieron hasta ahora en la creación de una especie de segunda ruta que, una vez terminada, pasará a ser la doble calzada que conduzca al oeste.
Pero esa doble vía no habilitada es hoy una trampa para peatones y ciclistas, como el joven que la semana pasada fue atropellado mientras esperaba el colectivo por un vehículo que circulaba por el sector no habilitado.
“Todos los días tomo el colectivo y tengo que caminar al costado de la ruta, no hay banquina, ni luz y voy rogando que no me lleven por delante. Desde el puente los autos toman mucha velocidad y se hace imposible cruzar la ruta”, contó una vecina del barrio Las Lilas.
Según el vecino Carlos López, las obras inconclusas perjudican a unas 10.000 personas que viven en los barrio Las Lilas, Las Brisas, China Muerta, Colonia San Francisco, 2 de Abril y La Esperanza, y que deben lidiar con el paso por una zona en obras de 30.000 vehículos por día.
Quienes toman el colectivo tienen serios problemas pues en la mano al este la garita quedó por debajo del nivel de la ruta y no permite ver si viene el micro, mientras que en la mano opuesta la garita fue eliminada y los colectivos toman y dejan a los pasajeros en una especie de lonja de tierra entre la ruta habilitada y la que se usa clandestinamente.
“Los chicos salen del colegio y tienen que cruzar la ruta, e incluso al transporte escolar no lo dejan cruzar a dejar a los chicos y la semana pasada los dejaron en el medio de las dos rutas” manifestó una vecina de Colonia San Francisco, Margarita Rivas.
“Es muy peligroso, más que nada de noche. Pasando el puente sí o sí tengo que tomar la ruta nueva porque sino no puedo entrar a mi barrio. Hay tambores por todos lados, no está señalizado, no hay luz en ningún lado”, contó otra vecina del barrio Las Brisas.
Y detalló que “donde fue atropellado el chico este hay un canal bastante grande, si caminás de noche corres el riesgo de pasar de largo porque no ves nada. Lo que hace falta es un semáforo, garitas e iluminación”. También para los automovilistas pues los tambores que dividen la zona en obras muestran decenas de impactos.
Exigen respuestas a Vialidad Nacional
En mayo la obra cumplió 5 años, cuatro más del plazo en el que debía estar finalizada. Hartos de los choques y anticipando la temporada de verano en la que se incrementan, los vecinos citaron para el lunes a las 16:30 a autoridades del Municipio, Provincia y Vialidad Nacional para reclamarles mayores medidas de seguridad.
“Para tomar el cole tenemos que ponernos en la mitad de la ruta para que nos vea. De noche hay vecinos que andan con linternas”.
Para Margarita Rivas la zona de la ruta en obras es “una boca de lobo”.
“No queremos pintar más estrellas amarillas cuando son evitables. Queremos soluciones porque no tenemos luz, ni seguridad”.
Eduardo Reyes participó de los reclamos en los que no se cortó el tránsito.
Datos
- “Para tomar el cole tenemos que ponernos en la mitad de la ruta para que nos vea. De noche hay vecinos que andan con linternas”.
- “No queremos pintar más estrellas amarillas cuando son evitables. Queremos soluciones porque no tenemos luz, ni seguridad”.
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