Alternativa 31-08-03

Es el lado menos reflexionado por los rionegrinos en relación al resultado de las urnas de hoy.

Sin embargo, es una alternativa que, de plasmarse, se proyectará con singular significación en favor del sistema político provincial.

¿De qué se trata?

De que por primera vez en la transición, está abierta en términos muy concretos la posibilidad que quien gane la gobernación, no tenga mayoría legislativa.

Porque el comicio se presenta distante de que alguna fuerza pueda lograr un triunfo lo suficientemente aplastante como para garantizarse. Ese tipo de respaldos que -como alguna vez se dijo en estas páginas- otorgan todo el poder a lo largo de toda la línea de máxima representación institucional en juego en una elección.

«Poder que torna asfixiante a la política y al funcionamiento del sistema. Le quita vitalidad. Lo amodorra», se señaló Es más, se llega a al comicio de hoy con el conjunto de las fuerzas convencidas que no votarán más de 270/280 mil ciudadanos. Y de ahí, extraen el promedio del sufragio útil: no mucho más de 250 mil Pivoteando en esta ecuación se admite entonces que el ganador no iría más allá de los 19 legisladores propios.

Hoy el radicalismo tiene 22 bancas sobre las 43 que integran la Legislatura ¿Cómo puede beneficiar al sistema político rionegrino la carencia de la mayoría en cuestión? Veamos:

• Condiciona iniciativas del Ejecutivo. Estas ya no tienen la aprobación garantizada vía la mayoría propia.

• Potencia a la Legislatura como espacio para mejorar el sistema de sus decisiones vía el debate de las iniciativas. Sin temor a que el «levantamanos» excluya automáticamente la reflexión • Coloca, además, al Poder Legislativo en tren de trabajar en procura de coaliciones programáticas que mejoren la calidad de las iniciativas. El conjunto del acto legislativo estará en opción de jerarquizarse. Porque en los hechos, y como ha sostenido este medio, la ausencia de una mayoría excluyente «pone en jaque la inercia que provoca en el trámite legislativo, la aplicación de un poder hegemónico en ese ámbito».

En fin, un Poder Legislativo no reducido a un mero acto administrativo. Sino artífice de un pensamiento estratégico ajeno al interés único del partido de turno en el poder.

Esto también está en juego en las urnas de hoy.