La cosecha maravillosa
Ahora resulta que, pasando el invierno, llegaremos a una cosecha extraordinaria a principios del año próximo. Según nos cuentan, una vez más, repuntará “la economía nacional” en el primer trimestre de 2019. Es una gran mentira, basada en varias suposiciones. La primera, que los llamados commodities se van a vender a buen precio. No es cierto, en medio de una guerra comercial interpotencias que instala una recesión mundial. Segunda: que favorecerá el ingreso de divisas, estabilizando el dólar y con él la inflación; mejorará la “balanza comercial” y se reducirá el “déficit fiscal”. Tampoco va a suceder. Las divisas no se “liquidarán” en el país. Tampoco se percibirán retenciones. ¿O alguien cree que el dólar volverá a $ 15 y la harina al precio del 2015? Tercera: que la venta extraordinaria de la cosecha maravillosa puede mejorar de algún modo la “economía nacional”. Tal vez algún productor cambiará su camioneta envejecida, pero no alcanzará para revitalizar la industria automotriz ni mejorar la actividad de las pymes. La economía debe servir al hombre, no a los intereses de las grandes empresas. No hay verdadera ciencia sin ética. No mientan más, muchachos.
Julián Álvarez
DNI 7.574.027
Julián Álvarez
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Ahora resulta que, pasando el invierno, llegaremos a una cosecha extraordinaria a principios del año próximo. Según nos cuentan, una vez más, repuntará “la economía nacional” en el primer trimestre de 2019. Es una gran mentira, basada en varias suposiciones. La primera, que los llamados commodities se van a vender a buen precio. No es cierto, en medio de una guerra comercial interpotencias que instala una recesión mundial. Segunda: que favorecerá el ingreso de divisas, estabilizando el dólar y con él la inflación; mejorará la “balanza comercial” y se reducirá el “déficit fiscal”. Tampoco va a suceder. Las divisas no se “liquidarán” en el país. Tampoco se percibirán retenciones. ¿O alguien cree que el dólar volverá a $ 15 y la harina al precio del 2015? Tercera: que la venta extraordinaria de la cosecha maravillosa puede mejorar de algún modo la “economía nacional”. Tal vez algún productor cambiará su camioneta envejecida, pero no alcanzará para revitalizar la industria automotriz ni mejorar la actividad de las pymes. La economía debe servir al hombre, no a los intereses de las grandes empresas. No hay verdadera ciencia sin ética. No mientan más, muchachos.
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