5 recomendaciones en Neuquén
Guisos, croquetas, empanadas, pasteles de horno y postre. Cortito y al pie, datos sueltos que vale la pena conocer para no morir en el intento.
Un ejercicio de compilar datos gastronómicos que sirvan y compartirlos.
Sin preámbulos ni experiencias profundas.
Una puerta giratoria sobre lo que podés encontrar en la capital neuquina.
1. Alto Guiso por cien pesos – Abadía.
En Abadía, ex Margot, Sherlock, Milán, e Italiano en calle Buenos Aires ofrecen dos tipos de guisos. Lentejas y mondongo. Yo probé el primero y debo decir que está muy bien.
Porción abundante, rica, sustanciosa. Carne, chorizo colorado y si pedís un platito de picante es la gloria. Viene con pan de la casa y sale 100 pesos. Ideal acompañarlo con un sodeado con pingüino a lo que le sumás 150 pesos más y te vas a tu casa con la panza llena y el corazón contento o la panza contenta y el corazón lleno. Dato curioso. Los jueves cenan a la luz de las velas. Se apagan las artificiales y todo se vuelve muy intimista. Nació como una idea creativa de hacerle frente a los aumentos de luz y quedó instalado. Todos los jueves desde hace más de un año. Vayan y vean a la luz de las velas.
2. Croquetas de calamar – Brauer
Volví a Brauer después de mucho tiempo. Fui a la sucursal de Irigoyen comí un sándwich de bondiola que estaba bien, correcto. Pero lo que más me gusto fueron las croquetas de calamar, me hubiese comida cuarenta. Te sirven 4 y su relleno está muy bien logrado y condimentado. Tiene buen rebozado y la fritura es amigable. No es fácil encontrar síntomas de tapeo legítimo en la gastronomía de Neuquén, pero me alegra que vayan apareciendo y nobleza obliga hay que recomendarlos. Para acompañar una cerveza liviana son ideales. 100 pesos.
3. Pastel de papas – El Tío
Hemos escrito y hablado infinidad de veces de El Tío. restaurante tradicional de Neuquén con un ejército de mozos que van de moñito por la vida. El dato es el pastel de papas, rico, liviano y expeditivo. Los lunes es el día fijo que sale como plato del día. Sin pasas de uva, azúcar ni canela. Con un picadillo bien logrado y suave. Precio acorde y porción abundante. Antes pan con manteca o queso crema. Te sentás y a los diez minutos estás comiendo. Siempre hay que volver a los comedores populares. 190 pesos.
4. Empanadas de Mallorca
Una de las mejores de la ciudad. ¿Fritas o al horno?, ¿jamón/ queso o atún?
La masa de las empanadas de carne cortada a cuchillo y las de verdura son un canto a la vida. Masa gruesa, horneada, norteña, con un repulgue maravilloso como si fuesen los puntos de un pullover tejido por la abuela. Vas compras y te fuiste. Siempre está lleno Mallorca y es uno de los lugares donde conseguir las mejores empanadas de la ciudad, lejos. Salvo que busque para cenar en casa, me gusta pasar cerca y comprarme una o dos y comerlas por la calle. 23 pesos cada una.
5. Mandarina y cookie de chocolate
Combinación perfecta en uno de los postres de la variada carta de La Toscana. La granita refrescante para cortar y pasar a otra cosa o simplemente quedarse en esa. La galleta de choco le aporta un contraste interesante con lo cítrico. Ideal para sentarse en la barra del almacén que tiene el restaurante. La carta de postres es una cosa de locos. Granita y cookie 160 pesos.
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