ARA San Juan: todas la preguntas que tendrá que responder Aguad

A cinco meses de la desaparición del submarino, el ministro de Defensa se presentará este lunes ante una comisión bicameral del Congreso nacional.

Se cumplieron cinco meses de la desaparición del ARA San Juan, sin rastros de la ubicación del submarino y sus 44 tripulantes, y con cada vez más interrogantes sobre qué fue lo que realmente sucedió y quiénes son los responsables penales y políticos de la tragedia. Algunas de esas preguntas deberá responder este lunes el ministro de Defensa, Oscar Aguad, ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga el caso. Los senadores y diputados se centrarán en por qué el navío salió a su misión si no estaba, según propios informes de la Armada, en condiciones para hacerlo. “Cuál era su verdadera misión” también será parte de las preguntas. Sin ayuda internacional a esta altura, con un sólo buque argentino de forma intermitente en la zona de búsqueda –y días sin búsqueda alguna–, el gobierno contrataría una empresa privada para intentar hallar al San Juan. Podría anunciarlo el ministro en el Congreso.

Aguad irá al Senado a las 15. La comisión bicameral, integrada por seis diputados y seis senadores de distintos bloques, entró en funciones hace un mes. En paralelo a la jueza Federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez –a cargo de la causa por la desaparición del submarino–, la bicameral busca fundamentalmente servir de asistencia a los familiares y, con capacidad para tomar declaraciones y ordenar peritajes y estudios, dilucidar las responsabilidades políticas: deberá emitir un informe final dentro del año desde su puesta en funciones. Las preguntas que le esperan al ministro se explican por los datos que se fueron filtrando de la Justicia y la Armada en los últimos cinco meses.

La tragedia no tardó en generar una interna en la Armada. Cumplido el primer mes de la desaparición del submarino, Aguad pidió el pase a retiro del jefe de la fuerza, el almirante Marcelo Srur, quien había tenido días antes conflictos con sus subalternos. Había separado al jefe de Adiestramiento y Alistamiento Naval, Luis López Mazzeo, y al jefe de la Fuerza de Submarinos, Claudio Villamide. Eso provocó denuncias de caza de brujas y renuncias en mandos jerárquicos. Las razones de Srur se conocieron más tarde: en el sumario que les abrió a Mazzeo y Villamide, el almirante –que al principio de la crisis informó a Aguad que el submarino “había salido en condiciones”– los acusó de “arriesgar la tropa” y de “negligencia” por haber permitido que el San Juan saliera cuando “no estaba en condiciones”. Forma parte del expediente que instruye Yáñez.

El San Juan partió el 13 de noviembre de Ushuaia con destino a Mar del Plata y desapareció luego de informar un ingreso de agua a las baterías y principio de incendio. Pero en “el viaje de ida”, de Mar del Plata a Ushuaia, el submarino ya había tenido una decena de problemas técnicos que quedaron registrados en un informe de julio del 2017: además del mismo ingreso de agua, entre otros problemas, también falló el sistema de propulsión. La jueza Yáñez detalló luego que las auditorías de la Marina indican que el ARA San Juan “no estaba a norma”. En Caleta Olivia, Mazzeo y Villamide aseguraron que las fallas habían sido reparadas y recordaron un informe posterior firmado en septiembre por el desaparecido comandante del submarino, Pedro Martín Fernández, quien certificó que el buque estaba en condiciones de navegabilidad. Aguad definiría esta semana si anula o confirma el sumario a ambos militares.

Por su parte, Srur declaró en la semana ante Yáñez. Dijo no arrepentirse de desplazar a Mazzeo y Villamide, confirmó que el submarino “no estaba en condiciones de navegar” y que le “ocultaron la misión que llevaba”.

Respecto a cuál fue la misión del San Juan, Marcos Peña dio una respuesta en su paso por Diputados en marzo: afirmó que el objetivo primario del submarino era la localización de naves no militares que estuvieran ilegalmente en la zona, pero reconoció que tenía “como objetivo secundario” identificar buques y aeronaves que operan desde las Malvinas, para verificar el cumplimento de los convenios suscriptos con Londres. Las preguntas apuntarían ahora a establecer si, con esta misión, se rompió algún tratado internacional con Gran Bretaña, y si el submarino siguió su curso oficial o ingresó en aguas controladas por los británicos. La hipótesis de que el San Juan pudo ser destruido por un ataque extranjero no fue descartada ni por la jueza ni por los familiares, pero está muy lejos de ser la hipótesis principal.

Mientras tanto, poco se busca el submarino. EE. UU. abandonó la tarea en diciembre, Rusia retiró el submarino Pantera Plus hace una semana y ya no participa ninguno de los 19 países que colaboraron, de forma inédita, con el rastrillaje. El destructor La Argentina es la única embarcación en la zona. La bicameral, por pedido de la senadora rionegrina Magdalena Odarda, solicitó que sume el buque oceanográfico Angelescu. Por impulso de los familiares, la Comisión también solicitó al ministro que contrate una empresa privada con equipo sumergible para la búsqueda. Suena fuerte la firma SEA, propiedad del venezolano Hugo Marino, que cobraría u$s 3,8 millones. El gobierno podría desactivar la recompensa de $ 98 millones, y realizar la contratación directa. Entre los legisladores y familiares se rumoreaba que Aguad lo anunciaría este lunes. Desde el Ejecutivo aún no lo confirman.

Se cumplen hoy cinco meses de la desaparición del ARA San Juan, sin rastros de la ubicación del submarino y sus 44 tripulantes, y con cada vez más interrogantes sobre qué fue lo que realmente sucedió y quiénes son los responsables penales y políticos de la tragedia. Algunas de esas preguntas deberá responder mañana el ministro de Defensa, Oscar Aguad, ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga el caso. Los senadores y diputados se centrarán en por qué el navío salió a su misión si no estaba, según propios informes de la Armada, en condiciones para hacerlo. “Cuál era su verdadera misión” también será parte de las preguntas. Sin ayuda internacional a esta altura, con un sólo buque argentino de forma intermitente en la zona de búsqueda –y días sin búsqueda alguna–, el gobierno contrataría una empresa privada para intentar hallar al San Juan. Podría anunciarlo el ministro en el Congreso.

Aguad irá al Senado mañana a las 15. La comisión bicameral, integrada por seis diputados y seis senadores de distintos bloques, entró en funciones hace un mes. En paralelo a la jueza Federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez –a cargo de la causa por la desaparición del submarino–, la bicameral busca fundamentalmente servir de asistencia a los familiares y, con capacidad para tomar declaraciones y ordenar peritajes y estudios, dilucidar las responsabilidades políticas: deberá emitir un informe final dentro del año desde su puesta en funciones. Las preguntas que le esperan al ministro se explican por los datos que se fueron filtrando de la Justicia y la Armada en los últimos cinco meses.

La tragedia no tardó en generar una interna en la Armada. Cumplido el primer mes de la desaparición del submarino, Aguad pidió el pase a retiro del jefe de la fuerza, el almirante Marcelo Srur, quien había tenido días antes conflictos con sus subalternos. Había separado al jefe de Adiestramiento y Alistamiento Naval, Luis López Mazzeo, y al jefe de la Fuerza de Submarinos, Claudio Villamide. Eso provocó denuncias de caza de brujas y renuncias en mandos jerárquicos. Las razones de Srur se conocieron más tarde: en el sumario que les abrió a Mazzeo y Villamide, el almirante –que al principio de la crisis informó a Aguad que el submarino “había salido en condiciones”– los acusó de “arriesgar la tropa” y de “negligencia” por haber permitido que el San Juan saliera cuando “no estaba en condiciones”. Forma parte del expediente que instruye Yáñez.

El San Juan partió el 13 de noviembre de Ushuaia con destino a Mar del Plata y desapareció luego de informar un ingreso de agua a las baterías y principio de incendio. Pero en “el viaje de ida”, de Mar del Plata a Ushuaia, el submarino ya había tenido una decena de problemas técnicos que quedaron registrados en un informe de julio del 2017: además del mismo ingreso de agua, entre otros problemas, también falló el sistema de propulsión. La jueza Yáñez detalló luego que las auditorías de la Marina indican que el ARA San Juan “no estaba a norma”. En Caleta Olivia, Mazzeo y Villamide aseguraron que las fallas habían sido reparadas y recordaron un informe posterior firmado en septiembre por el desaparecido comandante del submarino, Pedro Martín Fernández, quien certificó que el buque estaba en condiciones de navegabilidad. Aguad definiría esta semana si anula o confirma el sumario a ambos militares.

Por su parte, Srur declaró en la semana ante Yáñez. Dijo no arrepentirse de desplazar a Mazzeo y Villamide, confirmó que el submarino “no estaba en condiciones de navegar” y que le “ocultaron la misión que llevaba”.

Respecto a cuál fue la misión del San Juan, Marcos Peña dio una respuesta en su paso por Diputados en marzo: afirmó que el objetivo primario del submarino era la localización de naves no militares que estuvieran ilegalmente en la zona, pero reconoció que tenía “como objetivo secundario” identificar buques y aeronaves que operan desde las Malvinas, para verificar el cumplimento de los convenios suscriptos con Londres. Las preguntas apuntarían ahora a establecer si, con esta misión, se rompió algún tratado internacional con Gran Bretaña, y si el submarino siguió su curso oficial o ingresó en aguas controladas por los británicos. La hipótesis de que el San Juan pudo ser destruido por un ataque extranjero no fue descartada ni por la jueza ni por los familiares, pero está muy lejos de ser la hipótesis principal.

Mientras tanto, poco se busca el submarino. EE. UU. abandonó la tarea en diciembre, Rusia retiró el submarino Pantera Plus hace una semana y ya no participa ninguno de los 19 países que colaboraron, de forma inédita, con el rastrillaje. El destructor La Argentina es la única embarcación en la zona. La bicameral, por pedido de la senadora rionegrina Magdalena Odarda, solicitó que sume el buque oceanográfico Angelescu. Por impulso de los familiares, la Comisión también solicitó al ministro que contrate una empresa privada con equipo sumergible para la búsqueda. Suena fuerte la firma SEA, propiedad del venezolano Hugo Marino, que cobraría u$s 3,8 millones. El gobierno podría desactivar la recompensa de $ 98 millones, y realizar la contratación directa. Entre los legisladores y familiares se rumoreaba que Aguad lo anunciaría mañana. Desde el Ejecutivo aún no lo confirman.

Dato

La principal hipótesis

De acuerdo con la comisión investigadora que creó Defensa, el 14 de noviembre ingresó agua a las baterías del submarino por el sistema de ventilación. Hubo un principio de incendio, y emergió en medio de un temporal. El incendio fue controlado. Informó a tierra y volvió a sumergirse. Se produjo otro incendio, una pequeña explosión que lo dejó sin control. A mayor profundidad habría implosionado.

Entre los legisladores y familiares se rumorea que Aguad anunciaría mañana la contratación de una empresa de EE. UU. Desde el Ejecutivo no lo confirmaron.

Tagliapietra, el papá que denunció al ministro: “Estamos decepcionados”

Luis Tagliapietra es abogado y padre de Alejandro, teniente, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Tagliapietra denunció penalmente por encubrimiento, abandono y traición a la patria al ministro Oscar Aguad. Desde Caleta Olivia, donde sigue de cerca la causa por la desaparición del submarino, atendió a “Río Negro”.

P- ¿Cómo lo encuentran estos cinco meses?

R- Emocionalmente destruido desde el primer día, pero también muy cansado, y enojado, decepcionado por el poder político, el Ejecutivo. Es todo muy difícil.

P- ¿Cómo ve a los demás familiares? ¿Están unidos?

R- Estamos todos unidos. Cada uno lo lleva como puede, y puede haber diferencias, pero una cosa es tener diferencias de criterio y otra que no estemos todos juntos en el mismo objetivo: queremos encontrarlos y saber la verdad de todo lo que pasó, así de simple. Por ejemplo, denunciar al ministro de Defensa fue una decisión mía, porque me cansó. Algunos no estuvieron de acuerdo, por miedo a represalias, a que se pinchen las gestiones para contratar a la empresa de búsqueda. Yo creo que, al contrario, la denuncia y la presión lo tiene que empujar a mejorar su imagen en todo esto.

P- ¿Qué querría que responda el ministro, el lunes?

R- Tiene que dar explicaciones de por qué el submarino continuó navegando cuando la propia Armada habla de una situación de innavegabilidad y que requería ir a dique seco urgentemente. Por qué él mismo dijo públicamente que estaba en condiciones de navegar cuando la propia auditoria de la Armada dice que no. Por qué aceptó terminar con el protocolo de búsqueda y rescate, avalando una decisión absolutamente arbitraria de que no había posibilidad de sobrevida, cuando aún había posibilidades de encontrar al menos a algunos con vida, desaprovechando la participación de 18 países en el Atlántico Sur. Todas las mentiras y ocultamientos en los que incurrió la Armada son responsabilidad del ministro. La síntesis es que, mientras más investigamos y más conocemos, más preguntas tenemos y menos respuestas recibimos.

P- ¿Qué evaluación hacen del trabajo de la Justicia de Caleta?

R- Falta mucho, pero vamos muy bien. Digo “vamos” porque con la jueza hablamos el primer día de trabajar en equipo, y vamos a paso firme, con muchas declaraciones, pedidos de prueba. Van surgiendo cosas muy interesantes.

En diez días nacerá la hija de Toconás: se llamará María Luz

Mario Toconás, submarinista rionegrino por adopción, es uno de los 44 tripulantes del Ara San Juan. A cinco meses de la tragedia, su hija nacerá el 24 de abril. Al menos esa fecha le dieron los médicos a su mujer Ruth Gómez, quien cuando el submarino desapareció aquel 15 de noviembre estaba embarazada de 4 meses. “Pero puede adelantarse”, avisa Rosana Toconás, hermana de Mario, en un breve contacto con “Río Negro”.

Mario era cabo principal. Nació en Jujuy pero vivió desde niño en Sierra Grande. Cuando el submarino desapareció tenía 36 años y vivía con Ruth y el hijo de ambos, Ryan, en Mar del Plata, donde podía seguir su carrera en la Armada, que comenzó a sus 18 años.

“Se va a llamar María Luz. Eligieron el nombre María por Mario. Lo eligió el hijo de Mario, Ryan, de 9 años. El nombre Luz lo eligió mi cuñada Ruth”, cuenta su hermana, y aclara que Ruth se encuentra bien de salud y está muy acompañada por su familia.

Sobre cómo vive la familia estos cinco meses, Rosana fue categórica: “Nos sentimos decepcionados por el gobierno, que hasta el momento no ha hecho nada”.

Nosotros queremos conocer la verdad y cuáles fueron las responsabilidades políticas que existieron en esta desaparición. El Congreso Nacional no puede quedar afuera de la búsqueda”.

Las últimas horas

Datos

u$s 3,8
millones es el presupuesto para las operaciones de búsqueda presentado por una empresa de EE. UU.
Entre los legisladores y familiares se rumorea que Aguad anunciaría mañana la contratación de una empresa de EE. UU. Desde el Ejecutivo no lo confirmaron.
30/11- La Armada informa que ya no hay esperanzas de vida y da por finalizado el SAR. Sólo se busca el navío.
23/11- Se conoce que se registró una explosión en la zona en que se perdió el San Juan, tras su último contacto.
17/11 – La Armada lanza el protocolo de búsqueda y rescate (SAR) del submarino e inicia la llegada de ayuda internacional.
15/11 – El submarino hace contacto por última vez. Comunica un “cortocircuito y principio de incendio en las baterías”.
13/11/17 – El ARA San Juan zarpa desde Ushuaia con destino a la base naval de Mar del Plata.

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