“Que los responsables materiales y políticos paguen por el asesinato de Rafa”

“Que los responsables materiales y políticos paguen por el asesinato de Rafa”

Con el mismo dolor reflejado en sus rostros, los padres de Rafael Nahuel Salvo marcharon esta tarde hasta el Centro Cívico de esta ciudad para reclamar justicia a tres meses del asesinato de su hijo.

“Estamos pidiendo todos juntos que el que disparó y mató a Rafa vaya preso”, reclamó su madre, Graciela Salvo. “La prefectura es responsable. Arruinaron a una familia”, sostuvo la mujer.

“Que los responsables materiales y políticos paguen por el asesinato de Rafa”, exigió la madre, que vestía una remera blanca con el reclamo de justicia. “Desde el prefecto que disparó hasta (Patricia) Bullrich y (Mauricio) Macri”, pidió Salvo.

La misma remera blanca tenía Alejandro Nahuel, el padre del joven asesinado, y otros familiares que encabezaron la marcha.

La movilización había comenzado pasadas las 18 en Onelli y Brown, en la zona del Alto de Bariloche. Desde ese lugar, la columna avanzó hacia el centro por Onelli. Los manifestantes caminaron por Moreno y después coparon la calle Mitre ante la mirada, curiosa, de turistas que aún pasean por la ciudad y de residentes.

La marcha entró pasadas las 19.30 en la plaza del Centro Cívico al grito de justicia y castigo a los culpables.

Ayer se cumplieron tres meses desde el homicidio de Rafael. El joven recibió un tiro por la espalda la tarde del 25 de noviembre pasado, cuando un grupo de albatros de la Prefectura Naval interceptó a jóvenes mapuches, en un sector de montaña en la zona de Villa Mascardi, que ocupaba la comunidad Lafken Winkul.

Investigación lenta

Rafael cayó herido y otros dos jóvenes sufrieron lesiones leves por disparos de arma de fuego. Dos jóvenes mapuches auxiliaron a Rafael y lo bajaron hasta la Ruta Nacional 40 Sur, donde pidieron ayuda. Una ambulancia trasladó a Rafael que murió en el hospital Ramón Carrillo por las graves lesiones.

La investigación judicial para esclarecer el crimen está a cargo del juez federal Gustavo Villanueva, que había ordenado el desalojo de la comunidad Lafken Winkul tras la denuncia por el delito de usurpación que había presentado Parques Nacionales, que reclama la restitución del predio. Aunque fuentes con acceso a la causa aseguran que Villanueva no dio ninguna orden para usar proyectiles de plomo.

Sin embargo, la causa avanza a fuego lento. Aún no están listos los informes con las conclusiones de las pericias balísticas sobre las armas secuestradas a los efectivos de fuerzas federales, que estuvieron la tarde del 25 de noviembre pasado en el lugar, y el cotejo de los proyectiles testigos con la bala calibre 9 milímetros que mató a Rafael. Y tampoco hay albatros imputados en la causa.

“Rafael no está para tomar mate ni compartir unas tortas fritas. Extrañamos verlo andando con sus amigos por el barrio. Rafita te extrañamos mucho”, aseguró su madre.

“El Estado es responsable. Basta de matar pibes. No vamos a bajar los brazos hasta que se haga justicia por Rafita”, afirmó Salvo.