Semillas de chía en el desayuno: pilas para todo el día
Cómo y por qué hay que incorporlas a nuestra alimentación. ¿Hay que hidratarlas?
Semillas de chía en el desayuno: pilas para todo el día
Cómo y por qué hay que incorporlas a nuestra alimentación. ¿Hay que hidratarlas?
Semillas de chía en el desayuno: pilas para todo el día
Cómo y por qué hay que incorporlas a nuestra alimentación. ¿Hay que hidratarlas?
Por Vilma Lo Presti (*)
El objetivo moderno de la Nutrición es generar calidad de vida y bienestar integral. En este sentido, el redescubrimiento de un alimento ancestral como la semilla de chía encontró un campo fértil donde instalarse. Hacia el final del siglo XX se estudiaron sus virtudes y propiedades nutricionales y desde entonces médicos y nutricionistas de todo el mundo recomiendan la ingesta de una dosis diaria para poder aprovechar al máximo los beneficios que aporta al organismo. La semillas de chía se comportan como un verdadero “medicamento natural “siendo de gran utilidad para prevenir y tratar algunas enfermedades, por lo que ha comenzado lentamente a formar parte
En las últimas décadas, la gastronomía ha cobrado un nuevo impulso que, sumado al avance de internet, de las comunicaciones y de la difusión televisiva, se ha esparcido en todo los niveles sociales. Hoy, la gente toma conciencia del cuerpo y sus necesidades y se interesa por los ingredientes de sus alimentos, quiere saber qué come y cómo hacerlo de manera más sana.
Muchos alimentos se sumaron a los tradicionales y, de la mano de la globalización, ingresaron a las mesas familiares y restaurantes del mundo. Simultáneamente, el conocimiento del origen de las enfermedades se ha profundizado y se perfeccionaron los estudios acerca de los componentes de los alimentos, instalándose la conciencia de que una alimentación saludable redundará en la obtención de una vida más placentera y larga. Los conocimientos sobre nutrición han evolucionado notablemente y ya no se espera que la ingesta sea solo de raciones suficientes para vivir, el desafío de este tiempo es “comer para alimentarse” sin resignar el placer.
Una alimentación saludable tenderá a regular los niveles de colesterol del organismo sin necesidad de recurrir a medicamentos. Una ingesta baja en grasas y rica en omega-3, acompañada de actividad física, parece ser la mejor manera de obtener el pasaje a una juventud plena y una vejez larga y sana. Pequeñas modificaciones en nuestros hábitos alimentarios cotidianos alcanzan para lograr la meta final.
En ese sentido, todas las comidas son importantes para alimentarnos de manera saludable pues es vital proporcionar al organismo los nutrientes que necesita como también hacerlo de la manera apropiada.
El desayuno es, sin dudas, la comida más importante, puesto que debe aportar la energía básica necesaria para afrontar el día. Un desayuno saludable es aquel que aporta cerca de la cuarta parte de las calorías que se consumen diariamente, asimismo sirve para organizar las comidas diarias y regular el apetito, ya que evita el picoteo entre horas. Si bien existe un desayuno para cada tipo de persona, un desayuno sano y equilibrado debe contener cereales, lácteos y frutas. El agregado de semillas de chía garantiza la incorporación de una dosis de omega-3.
Es el combustible inicial. La carencia de un buen desayuno influye de manera negativa en el rendimiento y en la concentración. Dedicarle veinte o veinticinco minutos al desayuno y no hacerlo a las corridas sino sentado a la mesa, resulta imprescindible. Además, un desayuno familiar anima a comenzar el día bien predispuesto.
Para incorporarlas podemos hidratarlas. Esta técnica consiste en sumergir las semillas en un líquido saborizado o coloreado (jugo, café, leche de coco) para así aislar el sabor en pequeñas burbujas, lo que provoca un efecto novedoso en el paladar.
Este método es apto para la preparación de postres y pastelería en general. También es un buen vehículo para la inclusión de color en preparaciones. El remojado se debe realizar en líquidos previamente tratados con colorantes vegetales o con jugos de color fuerte como el de frambuesa. Si bien las semillas tienen la capacidad de absorber una gran cantidad de líquido, una hidratación apropiada para su posterior inclusión en otras recetas requiere una proporción de líquido equivalente a dos veces el peso de las semillas.
Para hidratar las semillas, colocarlas en un recipiente con el líquido elegido y esperar unos minutos. Las semillas comenzarán a hincharse capturando los sabores y el color del líquido. Tener en cuenta que no se hidratan en líquidos en los que la molécula de agua no está disponible, como en los almíbares, los licores, la miel, etc.
(*) Pionera en introducir la chía como ingrediente fundamental en sus recetas. Autora de Repostería y Panadería con chía, galardonado en el prestigioso concurso Gourmand World Cookbook Awards y de Chía.
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