Manzanas Blancas II: asombro por cómo escondieron la droga
Ayer se realizó la tercera audiencia del juicio por Manzanas Blancas II. Funcionarios de la Aduana de Regina destacaron el trabajo de su personal para descubrir el cargamento. Contaron que sospechaban desde hacía tiempo de las exportaciones.
“Cuando armamos el perfil de la empresa nos enteramos que uno de los integrantes de la sociedad habría tenido antecedentes por narcotráfico. Ahí activamos las alertas de riesgo, los pusimos en el canal rojo, vinculado al narcotráfico, con controles más profundos, y después de un tiempo detectamos la contaminación en la carga”. Así el jefe de Inspección de la Aduana de Regina Fernando Sibert Ledesma, dio detalles de los trabajos previos que hicieron para poder detectar los casi 300 kilos de cocaína que se quisieron enviar a España.
Su testimonio fue el que abrió la tercera jornada del juicio por Manzanas Blancas II.
Tanto Sibert Ledesma como el administrador de la Aduana reginense, Eduardo Pertini, hicieron referencia al alto nivel de complejidad que se había utilizado para esconder la droga en la base de las cajas de manzanas.
Relataron que la droga, fraccionada en paquetes rectangulares de casi siete kilos cada uno, estaba envuelta varias veces en papel celofan, envasada al vacío, cubierta con grasa y dentro de bolsas de nylon negras, que encajaban perfectamente en el fondo de las cajas. Además los paquetes tenían la altura exacta para reemplazar una de las cuatro capas de manzanas, y así evitar cualquier anormalidad que despierte alguna sospecha.
Pertini contó que hubo funcionarios de Narcóticos de la Policía Federal que se sorprendieron por el alto nivel de complejidad con el que se había escondido la droga y que incluso “los perros no habían reaccionado como cuando han encontrado drogas en otras oportunidades”.
Sibert Ledesma, contó que él entrevistó al empresario roquense Gustavo Arnaldo antes de habilitarlo como exportador y que desde ese momento comenzaron a examinar a fondo sus cargas porque estaba en el “canal rojo”, una categoría de control que se le aplica no sólo a los nuevos exportadores, sino también en casos de sospechas de algún tipo de tráfico de estupefacientes.
Es que desde el área de Migraciones de Neuquén les habían comentado que uno de los socios, Ángel Luis Salor Hoyas tendría antecedentes por narcotráfico.
Sibert Ledesma dijo también que Arnaldo estaba al tanto de que sus cargas iban a ser examinadas a fondo.
Ayer además declaró el dueño de la fruta (ver aparte) que se iba a exportar, una productora de Allen que antes le había vendido manzanas a Arnaldo, Salor Hoyas y Omar Pancari, y un contador. La ronda de testigos continuará el próximo 20 de este mes.
El dueño de la fruta también declaró
En la audiencia de ayer, además declaró el dueño de la fruta que iba a ser exportada a España.
Vicente Carbajo se presentó como “acreedor” de Gustavo Arnaldo porque nunca cobró la fruta que le vendió al empresario roquense.
“Ellos nos daban las cajas de la empresa Kis y nosotros nos encargábamos de embalarlas y armarlas. Se fueron llevando los pallets. Ese día había hablado con Arnaldo sobre el tema del cobro, y después me llamaron de la Aduana para avisarme del problema. Desde ahí nunca más…”.
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