Rematarán otra de las bodegas de El Chañar por deudas con el Iadep

“Se viene la segundita”, dice el grito de la chacarera que podría servir de fondo a esta payada de subastas. A fin de mes, una segunda bodega saldrá a buscar dueños. Fiscalía de Estado y el Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep) sacarán a remate judicial las instalaciones y la chacra de la firma AEG SRL, conocida como bodega Grittini, con una base de 33 millones de pesos.

Esta bodega y plantaciones también pertenecen al conocido abogado porteño Fernando Muñoz de Toro e inicialmente eran de Adolfo Grittini. En total tiene 60 hectáreas implantadas con una viña seca, más un edificio de 2.200 metros cuadrados, en el que solo quedan los algunos tanques.

La contienda se realizará de la misma manera que el remate de Valle Perdido. Será el 28, 29 y 30 de este mes, con subastas sucesivas en las que se pondrá como base 100% de la deuda en la primera, 50% en la segunda y sin base en la tercera.

Según confirmó el fiscal de estado Raúl Gaitán también se remata por deuda. Desde el Iadep, agregaron que la mora se configuró en los últimos dos años y se aceleró el proceso judicial para que no se deprecie el bien.

El fundador de esta bodega fue Grittini, dirigente del MPN, exintendente de Cutral Co y expresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles. La puso en marcha y en su momento se sumó a las bodegas Del Fin del Mundo (BFM), NQN, Familia Schroeder, Valle Perdido y del Añelo. De esas hoy tres están inactivas y a NQN la absorbió BFM, propiedad de las familias Viola y Eurnekián.

En 2007 Grittini vendió el emprendimiento a Muñoz de Toro. Según notas publicadas por Jorge Gadano en este medio, el abogado aportó 775.700 pesos como condición para que el Iadep acordara con su vitivinícola el pago de una deuda en situación de morosidad, que la deudora reconocía en dos millones.

El abogado se benefició con una refinanciación y a cambio se comprometió a ejecutar obras y mejoras para la recuperación del complejo.

En una nota firmada por el entonces titular del Iadep, Claudio Garretón, dejaba constancia de que “el equipo técnico del Iadep y/o los profesionales serían los encargados de fiscalizar la efectiva ejecución de tales mejoras, garantizando la recuperación de un activo productivo y la generación de empleo”.

Eso finalmente no sucedió. A la vista está que no hubo un seguimiento para anticipar a tiempo que las cosas no seguían el camino prometido.

“El empresario faltó a su palabra, firmó un convenio que no cumplió y tuvo varias oportunidades de demostrar voluntad de pago, cosa que no hizo”, dijo Mariana Roitstein actual titular del Iadep.

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Quieren cobrar el crédito

A la buena de nadie, así quedaron las bodegas. El abogado Muñoz de Toro en estos días trató de calumniosa la afirmación de que todo está abandonado y las inversiones realizadas con créditos del Estado perdidas.

Mariana Roitstein también minimizó el vaciamiento. Dijo que el bien no está depreciado y que van a recuperar el dinero. “La bodega no se abandonó ni está vacía, solo su accionista principal tuvo un grave accidente donde casi muere y estaba viendo de recuperarla”; “esto es una maniobra política y me causa muchos perjuicios y solo nos deja a vía judicial”, escribió en una seguidilla de mail Muñoz de Toro.

A su vez, desde el Iadep, afirmaron que la idea es velar por los créditos entregados. “Tenemos que salir a cobrar para recuperar el crédito y después de la subasta vamos a continuar contra el empresario. Si es necesario correr la acción contra los socios, se va a hacer. Además, se lo va a hacer responsable como depositario fiel de los bienes que fueron objeto de prenda si no están en la bodega”, aseguró Roitstein.

Un escenario borracho

Al llegar a Valle Perdido y a Grittini, el abandono que el abogado niega y la depreciación que el Iadep minimiza, cobra vida. Las vides están secas. Suben y bajan por las laderas de lo que alguna vez fue barda y de a poco la vegetación autóctona recupera el terreno. Hasta las alamedas que cercan el predio crujen.

Un trabajador de una bodega cercana dice que no hay nadie que pueda atender en ese lugar, porque no hay cuidadores. Ese es un día de visita de cara a la subasta, pero no hubo compradores interesados en verla, y los caminos de accesos están anegados. El trabajador bodeguero lamenta lo perdido.

Dice que la inversora se la entregó a Muñoz de Toro, con todo. “La inversora las entregó completas, a portón cerrado, con tractores, herramientas. Una bodega en funcionamiento con máquinas valiosas y todo lo necesario, pero hoy no queda nada”.

Puertas adentro, los dichos se hacen evidencia. El edificio está vacío. Solo quedan los barriles gigantes de metal. Sacaron las puertas de las oficina, los inodoros de los baños. Algunos corchos tirados y una bandera que dicen Familia Grittini, invocan un pasado no tan lejano.

Durante el remate de Valle Perdido comentaron que el abogado les debía a los empleados y que ellos se cobraron llevando lo que podían. Al recorrer es evidente que se llevaron cosas de gran tamaño. No se trata de una sábana, ni un colchón del hotel, si no de grandes máquinas.

Una fuente anónima sostuvo que el abogado fue el principal protagonista del vaciamiento. Dijo que en un primer momento realizó algunas inversiones pero antes del remate la vació. Vendió cosas en Mendoza, como una fraccionadora de un millón de dólares. Estaba en la bodega Cuatrocci, en préstamo y finalmente se la vendió por 500 mil pesos.

Cuenta la historia que San Patricio le enseñó a los irlandeses a elaborar cerveza. Paradoja: en el pueblo que lleva su nombre la elaboración de otra bebida, el vino, es un símbolo. En estas tierras, muchos no tienen nada de santo.

juan thomes

fotos: juan thomes

“Desde el punto de vista del Iadep, si bien perdió algo de su valor, el inmueble vale y el cobro de la deuda se encuentra garantizado”.

Mariana Roitstein, titular del Instituto Autártico de Desarrollo Productivo.

Montos de la deuda

Hay tres bodegas abandonadas. En funcionamiento están Familia Schroeder, Del Fin del Mundo (BFM), Patritti y Secreto Patagónico.

En los últimos meses, tres bodegas y una textil abandonadas muestran que los empresarios no apuestan por Neuquén.

Proyectos truncos

fue la idea que movilizó estos emprendimientos. Que la provincia no dependa sólo del petróleo es un objetivo que siempre se planteó.

Diversificar la matriz productiva