Es ley: Río Negro no tendrá central nuclear

Río Negro no tendrá central nuclear. Ayer se aprobó la ley que prohíbe su instalación. La votación concluyó con amplia mayoría a favor del proyecto oficialista, aunque la sesión reflejó voluntades contrariadas y algunas reacciones destempladas.

La prohibición no alcanza a las “plantas de diseño nacional”, con “tecnología Carem que desarrollan la CNEA y el Invap”.

Este segundo artículo fue el más discutido, originando fuertes cruces, ya que el oficialismo lo justificó en la defensa de la empresa rionegrina y la oposición insistió que no era necesario porque el Invap no construye nucleares.

El registro consignará 44 votos por la prohibición y uno por el rechazo (la macrista Daniela Agostino). Y, en referencia a la excepción, la mayoría, liderada por Juntos, llegó a 27 y 18 por la negativa, encabezado por el FpV.

Mayor complejidad emerge con su desgranamiento. La contrariedad fue un común denominador en las bancadas. Todo seguido, desde las bandejas, por una treintena de manifestantes, que exigían eliminar el punto del Invap. “No es no”, repetían. Sus gritos, direccionados a Juntos, sumaron nerviosismo a las contrariedades.

El oficialismo valoró la política nuclear, pero justificó la prohibición en su observación del rechazo provincial de la ciudadanía.

Las exposiciones de los legisladores de Bariloche –Alfredo Martín, Arabela Carreras y Leandro Lescano- ratificaron ese estado. El presidente del bloque, Alejandro Palmieri lideró esa estrategia y enfatizó en el inicio del compromiso en los acuerdos con China y Rusia, votados favorablemente por los “ocho representantes rionegrinos –cinco diputados, todos del FpV, y tres senadores–”. Los siete expositores del oficialismo se completaron con Facundo López, Roxana Fernández y Ricardo Arroyo.

La oposición mostró su paradoja. El único rechazo a la prohibición surgió de la macrista Agostino mientras el otro adherente a Cambiemos, Jorge Ocampos votó a favor, pues la negativa
–dijo– a las plantas nucleares “siempre” fue su posición. La radical Soraya Yauhar acompañó, defendiendo lo hecho por la provincia y cuestionando al justicialismo. Otro voto “no nuclear” fue de Mario Sabbatella, de Fuerza Nacional y Popular.

El FpV mostró sus contrasentidos. Algunos pocos perceptibles. Estaba, pero Ariel Rivero se fue y no votó. El viedmense Raúl Martínez, gremialista de la construcción, se quejó por la falta de debate y que “el hombre decidió sólo” (por Weretilneck). Alejandro Marinao, el presidente, calló y la voz del rechazo perteneció a Nicolás Rochás.

Cargó contra el oficialismo provincial, planteando que no aportó información, “mintió” y consintió la firma nuclear con el gobernador en China. Relativizó el “acuerdo marco” firmado por Cristina Fernández mientras Palmieri resaltó su existencia, con “su rango constitucional”. La ofensiva justicialista se completó con Marcelo Mango, Jorge Vallaza, Graciela Holtz, Edith Garro, Alejandro Ramos Mejía, María Grandoso y Luis Albrieu.

“La licencia social la construimos entre todos y Río Negro fue clarísimo. Esta ley, frente a un convenio marco, no alcanza. Deberían impulsar otra en el Congreso”.

Alejandro Palmieri (Juntos)

“Escuché argumentos repetidos, pero no que el oficialismo le pida perdón a la gente porque le mintieron y ocultaron información”.

Nicolás Rochás (FpV)

Ánimos destemplados

y cruce de reproches

La mayoría estaba garantizada, pero la sesión fue destemplada. En el bloque de Juntos existió nerviosismo, basado en el hostigamiento de las barras aunque ambos coincidían en la prohibición. El contrapunto fue la excepción para el Invap, propuesta por el oficialismo y rechazada por el FpV. Palmieri fue su más firme defensor. Si lo alcanza se “lo estará hiriendo de muerte”, dijo. El FpV no lo aceptó, pues Invap –dijo Jorge Vallaza– se “desarrolló, creció y no construye centrales” atómicas. Rochás criticó el manejo provincial y la oposición al punto del Invap. López negó cualquier firma y recordó el pasado del legislador con la ley de prescindibilidad. “El autor fue Palmieri”, contraatacó Rochás.

Mango increpó a Palmieri y éste le replicó que lo hizo “el mejor ministro de Educación” desde Economía y, luego, “abandonó el barco” por “una foto de Massa”.

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