La otra cara que mostró el desastre
El temporal dejó a decenas de familias sin nada. Sin embargo, y a pesar del panorama desolador, fueron cientos los que sumaron su ayuda para colaborar con los damnificados.
Decenas de familias lo perdieron todo durante el fuerte temporal de viento que sacudió a la región la semana pasada y un hombre murió luego de que una pared se derrumbara sobre el techo de su vivienda. Las ráfagas y los focos de incendio dejaron un panorama desolador en la zona rural de la ciudad y en los barrios Ferri y Santa Elena. Una gran cantidad de personas que viven en la zona cercana al basural se quedaron sólo con lo puesto. Lo perdieron todo: su hogar, su ropa y hasta los animales que criaban para subsistir.
De forma espontánea, en medio del panorama desolador, surgió la solidaridad para ayudar a los damnificados por el temporal. Pero de manera inevitable surge la siguiente pregunta: ¿los daños se podrían haber evitado? Claro está que la fuerza de la naturaleza es incontrolable, pero el interrogante se deposita en determinar si la ciudad cuenta con los medios necesarios para paliar una situación de tal magnitud ante las adversidades climáticas.
El martes pasado, en pleno temporal, las dotaciones de Bomberos intentaban controlar los numerosos focos de incendio en Cipolletti y sus alrededores. La Policía Caminera trabajaba para hacer más llevadera la circulación de vehículos, que era lenta debido a las columnas de humos que se reproducían en las chacras cercanas a la ciudad y que velozmente se trasladaban hacia la Ruta 151. La situación se agravó a tal punto que horas más tarde, los efectivos de la fuerza tuvieron que cortar el tránsito.
El día después
Varias organizaciones locales iniciaron una convocatoria a través de redes sociales para asistir a los afectados por el temporal. La Unter Cipolletti inició una recolección de alimentos no perecederos, agua, productos de limpieza y de higiene personal para llevarles a las familias damnificadas.
El secretario de Servicios Públicos, Jorge Ulovec, informó que la Secretaría se dedicó a reforzar las tareas de limpieza en diversos sectores, y que al mismo tiempo trabajó con el resto de las áreas municipales para asistir a los damnificados.
Por otro lado, el personal de Desarrollo Social de Río Negro se acercó a Santa Elena, uno de los sectores más abatidos. Horas más tarde, las proteccionistas de animales difundieron la urgencia de brindar asistencia a los animales que habían logrado sobrevivir a las llamas que sofocaron al sector norte de la ciudad.
“Las imágenes hablan por sí solas. Es tristísimo, la gente quedó con lo puesto. Las pérdidas y los daños fueron totales. Hablamos de 14 familias en esta zona (que se vieron afectadas). Estamos colaborando con el operativo de limpieza porque hay que recolectar la chatarra y los animales muertos”, expresó en su momento la delegada de Desarrollo Social en el circuito Alto Valle Oeste, Analía Mora, notablemente conmovida por lo que estaba viendo.
La asistencia de provincia también involucró la colocación de tráileres para las familias que se opusieron a dejar el lugar. Ese día también informaron sobre la entrega de alimentos, insumos y frazadas.
Un grupo de asistencia comunitaria, del movimiento popular La Dignidad, asistió de manera inmediata a los habitantes de Santa Elena. La referente Lila Calderón recordó los minutos de desesperación que vivieron las familias del lugar y la colaboración que surgió de manera espontánea por parte de la gente.
Una vez conocida la realidad de decenas de familia, el movimiento inició una donación de alimentos que debía ser entregada de manera directa a las personas damnificadas.
El agua
La falta de agua en las zonas cercanas fue uno de los factores más problemáticos, recordó Calderón, ya que los canales de riego estaban prácticamente vacíos
–había sólo una acequia– y las compuertas permanecieron cerradas, aseguró. Es por eso que la gente debía recorrer varios metros en busca de agua para intentar apagar los focos de incendio.
Los bomberos, explicó, trabajaban para impedir que el fuego avanzara en diferentes puntos de la ciudad, como sucedió en Ferri. “No había agua. Tampoco había agua de red porque se quemaron las mangueras, no había forma de conseguir y era lo más necesario. Fue terrible, se quemó todo”, expresó.
Por otro lado, Calderón explicó que los vecinos del barrio rural señalan al basural como el principal responsable de la situación, debido al fuego que emana desde el suelo y a la cantidad de basura que hay acumulada en el lugar.
Pese al compromiso de la provincia de brindar asistencia, la referente expresó que hubo algunas personas que tuvieron que dormir “dos noches a la intemperie” debido a que hasta el jueves por la tarde había un solo tráiler en el sector más afectado por el temporal. Por esto mismo, los integrantes del movimiento popular se movilizaron para brindar ayuda y construir lugares en donde puedan permanecer la gente.
“El compromiso del Estado tiene que hacerse de forma inmediata, el gobernador (Alberto Weretilneck) dijo que iba a brindar recursos, esperemos que se cumpla (…) para mí hubo negligencia porque las respuestas tienen que ser inmediatas. Es tremendo que las compuertas hayan estado cerradas durante el incendio , estando el Consorcio de Regantes, mientras se quemaba toda una población”, remarcó Calderón.
En estos días mucho se escuchó sobre los resultados, inesperados, que dejó el temporal. Sin embargo poco se dijo sobre las situaciones en que vivían las familias que lo perdieron todo en el barrio rural Santa Elena. Los testimonios recolectados por este medio, de personas que colaboraron luego del incendio pusieron énfasis en la cantidad de basura diseminada por todo el sector y también se mencionó la falta de agua. Es por eso que los grupos de colaboración remarcaron que necesitan proveer a las familias con del líquido vital. Entonces, la pregunta que es surge es: ¿los daños se podrían haber evitado o podrían haber sido menores? Nunca se sabrá, la realidad es que hoy, decenas de familias lo perdieron todo.
La basura diseminada por doquier y la falta de agua fueron los dos motivos que marcaron las familias del Santa Elena (ubicado cerca del basural) como motivos de la extensión sin control del fuego.
“No había agua. Tampoco de red porque se quemaron las mangueras, no había forma de conseguir y era lo más necesario. Fue terrible”,
comentó Lila Calderón, una de las primeras en ir a colaborar con la gente.
Gentileza
Florencia Salto
Florencia Salto
Los afectados
Las redes sociales y los medios de comunicación sirvieron para unir lazos entre los damnificados y las personas que querían colaborar con las familias de Santa Elena, el barrio más perjudicado por el incendio de la semana pasada. El principal pedido de las grupos de asistencia fue agua y artículos de limpieza.
Viviana Colileo, integrante de una agrupación evangélica de la ciudad, explicó que los días posteriores al incendio recolectaron alimentos y agua . Esto último, explicó, es algo muy solicitado por las personas que viven allí debido a que no cuentan con agua de red y tampoco con los tanques en donde guardaban el líquido ya que quedaron perdidos entre las llamas.
Por otro lado, el sector kirchnerista del PJ local también se sumó a la movida solidaria para ese barrio rural. A través de las redes sociales convocaron a donar ropa, agua y artículos de limpieza. En el mensaje remarcaba la gravedad de lo que sucedió días atrás.
El Estado provincial prometió casas
Datos
- La basura diseminada por doquier y la falta de agua fueron los dos motivos que marcaron las familias del Santa Elena (ubicado cerca del basural) como motivos de la extensión sin control del fuego.
- “No había agua. Tampoco de red porque se quemaron las mangueras, no había forma de conseguir y era lo más necesario. Fue terrible”,
- 14
- familias se vieron afectadas por el incendio en Santa Elena. La mitad perdió sus viviendas a causa del fuego.
- El gobernador Alberto Weretilneck recorrió el sector que fue arrasado por los incendios del martes pasado, dialogó con las familias afectadas y comprometió la asistencia de la provincia para la reconstrucción de las nueve viviendas que quedaron destruidas y la reposición de los animales perdidos. El mandatario estuvo junto al ministro de Agricultura, Alberto Diomedi y la secretaria de Desarrollo Social, Patricia Fernández.
- Weretilneck anunció la construcción de nueve viviendas para quienes sufrieron esta contingencia y prometió que los tráileres (equipados con cocinas, heladeras, baños y dormitorios), permanecerán en el lugar hasta que las casas estén terminadas.
- El principal sustento de las familias era la ganadería en pequeña escala, por lo que dio instrucciones a Diomedi para que tramite la entrega de animales (ovejas, chivos, cerdos), y alimentos para que puedan retomar su actividad en el menor tiempo posible.
Comentarios