Restaurantes para solos y solas: ¿irías a comer a uno de ellos?
Es moda y promete convertirse en tendencia. Ideal para quienes gustan de la desconexión total por un rato.
Restaurantes para solos y solas: ¿irías a comer a uno de ellos?
Es moda y promete convertirse en tendencia. Ideal para quienes gustan de la desconexión total por un rato.
Restaurantes para solos y solas: ¿irías a comer a uno de ellos?
Es moda y promete convertirse en tendencia. Ideal para quienes gustan de la desconexión total por un rato.
Los gourmets solitarios ya son muchísimos. Si bien aceptan que comer es un hecho social y que hacerlo en compañía o en grupo familiar o de trabajo está bueno prefieren también estar solos a la hora de almorzar, por ejemplo.
Eenmaal, en Amsterdam, fue uno de los restaurante para personas que prefieren comer sin compañía y sumergirse en una desconexión personal a nivel global. En este sitio solo encontraremos mesas unipersonales.
Lo que empezó como reducto para singles ahora comienza a atraer a personas de muy diversa condición interesadas en conversar únicamente con el estómago mientras la boca casa sabores y marida vinos, afirman sus responsables.
“Salir a comer solo es una tendencia en auge”, sostiene el español Josean Alija, chef del Nerua Guggenheim Bilbao, un restaurante minimalista con una estrella Michelin. “En el fondo es una actitud ante la vida y no tener miedo a hacer cosas”, indica Alija. Es un homenaje a los sentidos.
Él, como otros cocineros, tenían registrado que en horarios de almuerzo muchas mesas estaba ocupadas solo por una persona. ¿Por qué no, entonces, ofrecer solo mesas solitarias?
Disfrutar en solitario de un té o de un plato cualquiera no está relacionado con el individualismo sino con la cultura de platos pequeños que degustar que ofrecen los templos de la buena mesa, afirman los precursores de la gastronomía alineados en esta oferta.
En general las mesas está bastante cercana a las cocinas -sobre todo si éstas son abiertas- o a chimeneas, dando así un aire familiar.
“Al no disfrutar de una conversación paralela, los comensales que vienen sin compañía son más proclives a indagar en las singularidades creativas del plato, algo que nos encanta, pues nuestra cocina es muy de contar”, comenta otro cocinero europeo consultado sobre esta tendencia.
Agencias
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