Un líder republicano en el Congreso está grave tras un ataque a balazos

Una calurosa mañana en Virginia. Cielo despejado, tranquilo y silencioso. Hasta poco después de las 7 (8 de la mañana), cuando un disparo rompió el idilio, y luego le siguieron muchos otros. Por primera vez en años acababa de comenzar un ataque armado a políticos estadounidenses hiriendo a seis personas, entre ellas el líder republicano en la Cámara de Representantes Steve Scalise,

James T. Hodgkinson, de Illinois, con un fusil y una pistola comenzó a disparar a un grupo de políticos republicanos que jugaban al béisbol en el campo deportivo Eugene Simpson en Alexandria, a sólo unos kilómetros de la capital Washington. Al parecer, se acercó al lugar, preguntó a alguien quién estaba entrenando, si demócratas o republicanos, y comenzó a disparar.

“Practicábamos bateo”, dijo el senador Jeff Flake, de Arizona. “De repente, escuchamos un disparo muy ruidoso. El tirador estaba junto a las bancas de tercera base y tenía una visión muy clara del campo. Tenía muchas municiones”. Scalise recibió un balazo en la cadera y se arrastró hacia afuera del campo dejando un rastro de sangre mientras los colegas corrían a socorrerlo. Según su oficina, se encuentra grave pero estable y fue operado con éxito.

Agentes de la policía del Congreso hirieron y arrestaron al agresor. Éste murió luego a causa de sus heridas, se informó.

Además de Scalise. Zachary Barth resultaron heridos un colaborador del representante Roger Williams, el lobbista y exasesor legislativo Mike Mika (identificado por The Washington Post) y dos policías del Congreso.

A juzgar por sus relatos, EE.UU. se libró por muy poco de una auténtica catástrofe. En el campo de juego estaba nada menos que el “número tres” del Partido Republicano, el “mayority whip”, líder de la mayoría en la Cámara de Representantes (un cargo que en la popular serie de televisión House of Cards tenía Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey). Por eso lo acompañaban no sólo sus guardaespaldas, sino también la policía del Capitolio. De lo contrario, el lugar se habría convertido en una masacre, cree el senador Rand Paul.

Esta vez no se trató del ataque terrorista de un islamista, sino de un estadounidense oriundo de Belleville, Illinois, de 66 años. James Hodgkinson, aparentemente fue seguidor del ex precandidato demócrata Bernie Sanders. No había mostrado signos previos de extremismo violento. Sanders se apresuró a distanciarse del agresor: “El auténtico cambio sólo puede conseguirse mediante la acción pacífica”, dijo. Scalise es un conservador contrario al aborto, anti-inmigración y feroz defensor del porte de armas de fuego.

“Todos los que estaban en ese campo son servidores públicos. Su sacrificio hace posible la democracia”.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pidió una oración por los heridos.

AP