El feliz cumpleaños de Rubén López

El jueves el sindicalista Rubén López pudo celebrar con cierto alivio sus 50 años. El expediente judicial en el que se investiga el abuso sexual de una joven y en el que están imputados él y el exmarcador izquierdo de Boca Luis Abramovich tuvo esta semana un primer desenlace a su favor, con el dictado de la falta de mérito para los acusados. La jueza Sonia Martín no los procesó pero tampoco los sobreseyó, y en su resolución puso en evidencia los serios problemas que tiene la Justicia para investigar hechos en los que están presentes el poder y jóvenes en situación vulnerable.

“La gente tiende a descreer de las explicaciones más sencillas y lógicas y, en cambio, cree con facilidad en historias de poderes ocultos que conspiran para producirlos. Esa creencia genera la sensación de que uno es un iluminado y no un ingenuo, como todos los que ‘compran’ la versión oficial. Por eso digo que es un mecanismo que está al servicio de elevar la autoestima. Aunque, ojo, a veces los paranoicos tienen razón”, dijo el narrador argentino Guillermo Martínez.

En la causa de López aparece un compendio de mala praxis, manejos extraños, presiones políticas, ineptitudes, juegos de intereses, abusos de poder, defensas corporativas y jóvenes que están expuestas, por su condición social, a situaciones de gran riesgo. Cada día hay mayor conciencia del enorme daño de la violencia machista, pero la Justicia, que debería ir a la vanguardia, atrasa respecto del reclamo popular.

F., así está identificada la joven que denuncia a López, declaró que en la madrugada del 20 de noviembre de 2016, luego de haber trabajado de moza en un festejo de una peña de Boca, en un salón, fueron con López y Abramovich a un bar, donde perdió el conocimiento y cuando lo recobró estaba siendo violada por López y Abramovich, en la casa del jefe del sindicato de la Fruta.

Cuatro días después fue a la fiscalía a denunciar el abuso. La atendió el fiscal adjunto Matías Stiep, según surge de la resolución de la jueza. No presentó una denuncia porque Stiep “le explicó cómo era el proceso, quién era López, que era legislador y que era secretario de la Fruta , y que si estaba segura de todo lo que estaba diciendo, que estaba bajo juramento de decir verdad”.

Para la jueza está probado que F. se negó ese día a ser revisada por un ginecólogo en el hospital.

La acción penal se impulsó tres meses después. “Lamentablemente la fiscalía no actuó con la rapidez necesaria al recibir la denuncia”, advirtió la jueza Martín. La memoria de los testigos no es la misma, la estrategia de los acusados es más meditada, las grabaciones de las cámaras de seguridad se borran, las lesiones desaparecen.

Cuando Abramovich fue indagado, la fiscal Rita Lucía decidió no realizar ni una sola pregunta. Y en medio del interrogatorio de López se retiró de Tribunales, al parecer por un problema de salud. No pidió un cuarto intermedio ni dispuso su reemplazo. En Cipolletti hay 14 fiscales, incluidos los adjuntos.

Gustavo Herrera, el jefe de los fiscales de Cipolletti (de gran llegada al gobernador Alberto Weretilneck), removió a Lucía y colocó en su lugar a Eugenia Vallejos.

De lo que escribió en su fallo la jueza infiere que F. fue conducida para resignificar el hecho por el psicólogo Claudio Marín, al que López relaciona con el jefe del sindicato camionero, Rubén Belich. Pero Martín omitió, por motivaciones que tal vez nunca explicará, denunciar a la fiscal ante el Consejo de la Magistratura.

La jueza Martín y López son viejos conocidos. Ella lo había procesado tres veces; la última le costó al sindicalista la banca del bloque del oficialismo en la Legislatura y es también por un caso de abuso sexual. Una amiga de su hijo que trabajaba como empleada doméstica en su casa denunció al sindicalista por “tocamientos impúdicos en la zona vaginal por arriba de la ropa”. La víctima declaró que le dijo que si llegaba a denunciarlo la iban a encontrar “con un tiro en la cabeza”.

Los otros dos procesamientos fueron por sendas denuncias de su exmujer por violencia de género. En las dos fue sobreseído por dos cámaras criminales de Cipolletti.

En cambio, una causa por malversación de fondos del sindicato y asociación ilícita duerme en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Cipolletti, que hace una semana que no tiene juez.

En la causa aparece un compendio de mala praxis, manejos extraños, presiones políticas, ineptitudes, juegos de intereses, abusos de poder y defensas corporativas.

La jueza Martín y López son viejos conocidos. Ella lo había procesado tres veces; la última le costó al sindicalista la banca del bloque del oficialismo en la Legislatura.

Datos

En la causa aparece un compendio de mala praxis, manejos extraños, presiones políticas, ineptitudes, juegos de intereses, abusos de poder y defensas corporativas.
La jueza Martín y López son viejos conocidos. Ella lo había procesado tres veces; la última le costó al sindicalista la banca del bloque del oficialismo en la Legislatura.

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