Estudiantes, los más afectados por la parálisis de la Fadecs

No sólo se perdieron días de clases que tal vez nunca se recuperen, también hay situaciones económicas extremas de alumnos y trabajadores de otros sectores de la facultad.

La crisis en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y la Facultad de Lenguas parece no tener límites. Si bien la Fadecs levantó el asueto administrativo y académico –que dejó sin clases a miles de estudiantes por la falta de higiene en el edificio desde la toma del decanato– desde ayer, en la práctica nada cambió. Las tareas en las aulas no se reanudaron para la gran mayoría de los jóvenes, y tampoco se solucionó la falta de limpieza.

La medida de fuerza por parte de un grupo de ex trabajadores de la cooperativa de limpieza contratada en su momento por las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, puso en jaque a la institución. Pasó casi un mes de reclamos y aún no se logró llegar a buen puerto.

Sólo los profesores de la Facultad de Lenguas iniciaron una ‘avanzada’ sobre parte de las aulas del edificio y ayer, algunos brindaban asesoramiento y consultoría sobre determinadas materias a estudiantes avanzados –que utilizan la plataforma virtual de enseñanza– y principalmente para los ingresantes.

“Lamentablemente acá los más perjudicados son ellos: los estudiantes”, explicaron las docentes Alba Mora y Norma Maure, de la Fadel. “Fundamentalmente los ingresantes, que recién están iniciando su experiencia universitaria, los que pueden perder materias, cuatrimestres, pierden la continuidad del estudio…”.

También el comedor universitario y la biblioteca popular Roca, sirven desde los últimos días para evacuar dudas de alumnos. “No es obligatorio, nos interesa ayudar a los chicos, que la están pasando mal”, indicaron las docentes. El secretario académico de la Fadecs, Guillermo Maqueda, coincidió, pero indicó que desde el punto de vista institucional, “toda la comunidad académica” se ve perjudicada.

Estudiantes de Traductorado y Profesorado de Inglés indicaron que las pérdidas no sólo se cuentan en días de clases, sino también jaquean el bolsillo. Liliana y Marianela, estudiantes del último año de la carrera y residentes en Centenario y Cinco Saltos, explicaron que si bien “abril lo perdimos”, igualmente debieron pagar el mes entero al servicio de transporte. “Si venís o no venís, o viajás dos veces por semana, igual tenés que pagar la trafic”, indicó una de las jóvenes, que abonó $2.200 por el servicio desde Centenario. Amelia, otra estudiante que alquila en Roca indicó que sólo por el departamento –sin contar los gastos diarios para vivir ni materiales de estudio– tuvo que pagar (a pesar de no poder cursar) $ 2.800.

“Los padres están muy preocupados y se quejan”, contó también Ignacio, de Jacobacci, quien alquila en esta ciudad y trabaja en el Facubar, como integrante del Centro de Estudiantes.

El Centro tiene a su cargo el bar y una fotocopiadora, y durante los días de protesta estimaron un 80% menos de movimiento. “Al principio apoyamos el reclamo, que consideramos justo, pero después vimos que la situación se polarizó mucho, se mezclaron intereses, por lo cual decidimos volver a alzar nuestras dos banderas juntas: el derecho a la educación y al trabajo”.

La medida termina afectando indirectamente también a otros, como Braian Acuña, uno de los seis integrantes de una cooperadora que maneja un kiosco y una fotocopiadora dentro del edificio de la Fadecs. “Durante todo este tiempo no pudimos trabajar y recién ahora venimos a abrir dos horas. Pero es imposible así, porque a nadie le alcanza para mantenerse”, contó Braian, quien dijo que cobra $40 por hora de trabajo. “Las últimas semanas no ganamos nada porque estaba cerrado y todos los chicos somos de afuera y estudiamos”.

La imagen corresponde a una clase de la Facultad de Lenguas. Está destinada básicamente a guiar a los ingresantes.

hebe rajneri

Tres meses de alquiler, sólo uno en el aula

Ayelén Leiva es de Plaza Huincul. Desde fines de febrero se instaló en Roca para insertarse en el mundo universitario, por lo que sus padres abonaron de alquiler por febrero, marzo y abril ya
$ 18.000. Sólo tuvo alrededor de un mes de clases.

A una familia le cuesta, en promedio, mantener a un estudiante en Roca alrededor de $ 9.000 en alquiler, servicios, alimentos y material de trabajo.

Datos

A una familia le cuesta, en promedio, mantener a un estudiante en Roca alrededor de $ 9.000 en alquiler, servicios, alimentos y material de trabajo.

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