Novedosa intervención cardíaca en Roca sin abrir el tórax del paciente
Se hizo por primera vez en la ciudad a un hombre de 92 años. Por una leve incisión en la arteria de una pierna y a través de un catéter, se implanta una válvula aórtica.
Una intervención en el corazón logró concretarse, por primera vez en esta ciudad, sin necesidad de abrir el tórax del paciente. Por una leve incisión en la arteria de una pierna se logró, a través de un catéter, implantar una válvula aórtica a un hombre de 92 años, que ya se recupera en un sanatorio roquense.
El procedimiento, novedoso en la zona, se realizó para tratar una enfermedad en la válvula aórtica: “es una estrechez de la válvula que impide que se abra normalmente y eso corta la circulación de sangre a todo el cuerpo. Lo que se hace con estos pacientes en general es una cirugía cardíaca con circulación extracorpórea y se reemplaza la válvula”, explicó Luis María Flores, jefe del Servicio de Hemodinamia del Sanatorio Juan XXIII.
Sin embargo, debido al alto riesgo por la edad del paciente se evaluó en forma interdisciplinaria el caso y se decidió introducir la técnica en la región.
“Se realiza vía un cateterismo, que se hace a través de una invasión mucho menor, porque la anestesia es menor y no hay que abrir el tórax”, indicó el cardiólogo.
En la práctica, que se efectuó días atrás, “se hizo una sedación profunda y a través de una punción en la arteria de la pierna, en la ingle, se colocó en su corazón una prótesis valvular que va a excluir del funcionamiento a la válvula que está enferma”.
Se efectuó en conjunto con especialistas que llegaron de Buenos Aires, duró más de dos horas y, su principal ventaja es que permite una recuperación más rápida.
“La recuperación es muy rápida por varias razones: la anestesia que se usa no es general y no se abre el tórax, lo cual trae ventajas con respecto a la recuperación, y por eso el paciente está internado uno o dos días en la unidad coronaria, después dos días en una habitación y recibe el alta”.
Este tipo de procedimientos se realiza desde los últimos años en el país, y hasta el momento los candidatos más habituales son pacientes “que tienen alto riesgo, añosos o que tienen alguna otra enfermedad”, explicó Matías Sztejfman, médico cardiólogo intervencionista del Sanatorio Güemes.
Hasta el momento, debido al alto costo de la prótesis que se coloca y la falta de nuevos estudios, esta intervención solo se realiza en pacientes de alto riesgo, aunque también se comienza practicarla en casos de riesgo intermedio.
“Ahora lo que se viene es pensar en pacientes de bajo riesgo”, indicó Sztejfman.
El médico aclaró que “no se hace todavía en pacientes de bajo riesgo por dos razones: la primera es porque no conocemos la durabilidad a largo plazo de esta prótesis, si bien en bancos de prueba la durabilidad fue similar a las válvulas que se usan en la cirugía cardiovascular y el otro punto es el alto costo. Esta cirugía cuesta casi diez veces más que una cirugía convencional, por la tecnología que se utiliza para preparar esta prótesis”.
Cómo es la válvula
que se implanta
La primera válvula de este tipo se implantó a fines del 2009.
“Se usan materiales nuevos: nitinol, una aleación de níquel y titanio, cuyas características ayudan al comportamientio de la válvula. Dentro de la estructura que genera el nitinol hay una válvula pericardio porcino que se hace especialmente para alojarse en esa estructura”, detalló Flores. El dispositivo tiene un tratamiento especial anticálcico.
Interviene un grupo multidisciplinario antes y durante el procedimiento.
“La recuperación es muy rápida por varias razones: la anestesia que se usa no es general y no se abre el tórax, lo cual trae ventajas”.
Luis María Flores, del Sanatorio Juan XXIII.
Datos
- “La recuperación es muy rápida por varias razones: la anestesia que se usa no es general y no se abre el tórax, lo cual trae ventajas”.
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