Hay 50 policías menos en Las Grutas

Sólo 70 policías fueron enviados como refuerzo para cubrir, a lo largo de la temporada, el operativo de seguridad del balneario más importante de la provincia. La reducción, que fue de 50 uniformados con respecto a la temporada anterior, despertó las quejas y la alarma de vecinos y comerciantes.

Para este verano se recortó en un 40 por ciento los refuerzos que históricamente recibió el destino turístico, que siempre rondó los 120 policías. Una cantidad que además ya venía resultando escasa, debido a que el incremento del nivel delictivo en pleno auge del turismo, no había logrado dar buena cobertura de la zona.

“Es una decisión de la Jefatura Policial. Nosotros, como cada año, organizamos el esquema operativo que consideramos adecuado para la temporada estival, pero eso se eleva y termina siendo la Jefatura la que envía el personal y todo lo que necesitamos para reforzar la seguridad. Este año son 70. Es todo lo que puedo decir”, manifestó el comisario Fabio León, comisario de la unidad 29 del balneario.

El escueto refuerzo se traduce en una limitada presencia policial, teniendo en cuenta el crecimiento que ha experimentado la villa turística, que densificó su planta urbana tanto en la zona del acceso norte como en dirección al sur, más allá de Piedras Coloradas.

En este marco, la reacción de los residentes y prestadores no se hizo esperar. Inicialmente se había informado que los 70 oficiales que llegaron antes de que finalizara 2016 serían parte de una “primera tanda”, que se reforzaría con un número mayor. Pero ni bien arrancó el 2017, desde la comisaría 29 oficializaron la noticia de que desde la Jefatura les habían anunciado que no habría más envíos de personal. Y allí comenzaron la preocupación y las críticas.

“Es asombroso. Retrocedemos en lugar de avanzar. Desde la comisaría local hacen lo que pueden, pero el rol del estado provincial es nulo. Además los 70 policías que mandaron son ‘pibitos’ recién recibidos, que no tienen experiencia” manifestó un comerciante de la segunda bajada.

A la poca cantidad de personal se suma el escaso parque vehicular. El personal de calle cuenta con tres cuatriciclos, dos motos, y algunas bicicletas, que usa un grupo de bicipolicías que recorre los barrios periféricos.

Los patrulleros también escasean. Hasta que arrancó el año, contaban sólo con un vehículo, porque otros dos estaban en reparación. Anoticiados de esta situación, un grupo de comerciantes colaboró económicamente para reparar una camioneta. Ahora, sólo tienen en uso esa unidad y un Fiat Siena.

“Desde la comisaría local hacen lo que pueden. Me parece que estamos retrocediendo

en lugar de avanzar”,

dijo un comerciante de la Segunda Bajada.

“Es una decisión de la Jefatura Policial. Organizamos el operativo y la Jefatura es la que envía el personal”.

Comisario Fabio León, titular de la unidad 29ª.