Ser mamá y seguir estudiando, una misión para nada imposible

Karen tiene 20 años y una beba de tres meses. Tiene sueño, dice, porque no pudo dormir bien la noche anterior. Pese a eso, se organizó para poder participar, junto a sus compañeros de 5° año, de una actividad educativa.

Al igual que muchas jóvenes, Karen Figueroa se las ingenia cada día para poder combinar la maternidad con las obligaciones propias del estudio. Las leyes establecen los parámetros para estas situaciones y garantizan el derecho a la educación y el fortalecimiento del vínculo entre la madre y el niño.

“No pensé en dejar de estudiar al ser mamá. Preferí terminar los estudios para después tener un mejor trabajo”, dice. Antes de ir al colegio, Karen se organiza. Deja todo preparado para poder asistir a clases como lo hacen el resto de sus compañeros del CEM 120. Su pequeña beba queda al cuidado de las abuelas y la leche materna no le falta en ningún momento.

La secretaria técnica de la dirección de Educación Secundaria del ministerio de Educación, Viviana Lorca, explicó que las normativas garantizan a las estudiantes que concurran a la escuela en estado de embarazo. Tras el parto y una vez que decidan volver al colegio, se les debe garantizar un espacio para que puedan amamantar a su niño. En caso contrario, se les permite retirarse del colegio, bajo conocimiento de la familia.

En el hogar

En relación a la actividad escolar, el equipo docente debe garantizar la trayectoria educativa. En caso de que la joven no pueda concurrir a la escuela, la institución educativa debe habilitar dispositivos de trayectorias especiales para que la joven siga escolarizada en su hogar, explicó Lorca.

Las adolescentes que estén atravesando la maternidad también podrán disponer de las “readecuaciones curriculares” por ejemplo en la materia de Educación Física. La alumna, explicó Lorca, podrá hacer lo que esté a su alcance y de acuerdo a lo que el médico autorice.

El ministerio de Educación toma en cuenta las “trayectorias escolares” lo que significa que evalúa cada (caso) en particular. “Siempre priorizamos el derecho a la educación y además- garantizarle a ella que va a poder estar en la escuela aun embarazada y también después del parto”, explicó la mujer.

A pocos meses de terminar el ciclo lectivo, Karen planifica su futuro: quiere estudiar y ejercer la enfermería y tener un hogar propio para vivir junto a su hijita y pareja.

“No pensé en dejar de estudiar al ser mamá. Preferí terminar los estudios para después tener un mejor trabajo”

Karen Figueroa, madre y estudiante de 5° año del CEM 120.

Maternidad en las residencias

Las jóvenes madres que viven en zonas rurales también tienen la posibilidad de continuar con sus estudios. El ministerio de Educación dispone de residencias públicas . La técnica de la dirección de Educación Secundaria de la provincia, Viviana Lorca, explicó que las adolescentes pueden permanecer en la residencia durante su embarazo hasta que su estado se lo permita. La resolución 1681/16 del nuevo régimen académico de las residencias secundarias manifiesta que una vez que la estudiante dé a luz, podrá reingresar a la residencia ya que se le mantiene la vacante a. La estudiante puede decidir continuar allí o no.

Las jóvenes madres tienen derecho a amamantar en la institución educativa, si así lo desean. En esos casos, el equipo directivo y docente debe acondicionar un espacio confortable.