Compromiso por una sociedad más justa y pacífica
Si alguien nos preguntara qué es la justicia o quién hace justicia, sea lo que sea que ello signifique, seguramente pensaríamos en jueces, fiscales, policías y algún otro uniformado. Quizá incluyamos a los abogados, que nos asesoran y traducen el lenguaje y formas complicadísimas que se manejan en los expedientes. Nos enseñaron que ellos son quienes resuelven los conflictos y los que en justicia deben darnos aquello que nos corresponde: derechos, pesos, años de prisión, dignidad o la libertad.
Si esto fuera así, la justicia sería cosa de unos pocos –menos del 0,5% de la población- y con suerte podría llegar al final de largos procesos inalcanzables e inentendibles para el común de las personas. En castellano: al final de un proceso judicial. ¿Extraño, no? ¿Será realmente así? Porque cuando salimos a la calle no vemos jueces que nos digan qué nos corresponde a cada uno, ni policías que permanentemente nos indiquen por donde debemos conducir el auto, ni un legislador que le diga a la directora de un comedor a quien debe darle de comer. Sin duda que la sociedad funciona, lo que significa que de una manera u otra somos capaces de orientar nuestra voluntad en darnos lo que nos corresponde sin necesidad de delegar esa potestad en un tercero. La justicia, de esta manera, no se limita al accionar de aquella pequeña elite de “otros”, y mucho menos está condenada a nacer únicamente cuando dos personas no pueden resolver un conflicto.
Afianzar la justicia, como pide la Constitución, no sólo se refiere a la actividad de los tribunales, los jueces y sus sentencias. Tenemos que incorporar el hábito de dar a cada uno lo que le corresponde en nuestro trato corriente. Desde el Estado Nacional queremos promover precisamente un cambio cultural: dejar atrás la lógica de la confrontación y vivir la solidaridad, el diálogo, los consensos. Y el cumplimiento de la ley. El respeto a las normas como base de la convivencia.
Este es el espíritu del programa Justo Vos que estamos poniendo en marcha en todo el país con el objetivo de impulsar un concepto de justicia cotidiana, en el que todas las personas pueden ser actores de la construcción de una sociedad más justa y pacífica. El aporte se lleva a la práctica en los actos de la vida diaria. De esta manera el paisaje de la justicia aparece diverso y ampliado.
En la provincia de Río Negro estamos articulando con el gobierno y los municipios distintas acciones destinadas a la democratización en el acceso a la justicia y a la educación en valores. En el caso de Bariloche, iniciamos el programa Justo Vos junto al Municipio aprovechando las valiosas experiencias de mediación comunitaria que viene impulsando la Defensoría del Pueblo local, con probados frutos en la resolución alternativa y pacífica de los conflictos.
La justicia es una condición para el desarrollo social. Supone el respeto a las reglas de juego y a las leyes. Desde las personas -en sentido individual y comunitario- hasta la política y la economía. Si aspiramos a mejorar la vida de los argentinos tenemos que movilizar a la sociedad toda y en todo el país federal, a un modo diferente de hacer las cosas. Con honestidad, legalidad, integración. Así podemos sumar a la unidad propuesta por el presidente Macri como meta de su gestión.
*Secretario de Planificación Estratégica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
El objetivo es impulsar un concepto de
justicia cotidiana, que todas las personas puedan ser actores de una sociedad más justa y pacífica.
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- El objetivo es impulsar un concepto de
- justicia cotidiana, que todas las personas puedan ser actores de una sociedad más justa y pacífica.
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