Boca tuvo una noche de terror en la Bombonera

El equipo débil, el rival accesible, el mismo que dejó afuera a River. Y no fue por esas cosas del fútbol…

Todo tipo de calificativos sufrió Independiente del Valle en esta edición del la Libertadores. Despreciado en su poderío, el equipo ecuatoriano dejó en claro que lo suyo en la Copa no es una casualidad . Venció a Boca 3-2 ante una multitud que asistió perpleja de cómo el “débil” ponía de rodillas al séxtuple campeón del torneo en la mismísima Bombonera.

Independiente del Valle jugará ahora la final ante Atlético Nacional de Medellín, quien el miércoles a la noche dejo afuera a otro candidato: el San Pablo de Edgardo Bauza.

Las cosas comenzaron de maravillas para el Xeneize, ya que a los tres minutos Frank Fabra asistió desde la izquierda de manera notable a Cristian Pavón, quien ingresando por detrás de toda la defensa ecuatoriana adelantó a Boca.

La ventaja parcial le daba el pase a la final al equipo de Guillermo Barros Schelotto y la sensación era que el partido quedaba liquidado casi desde el comienzo.

Más aún porque Boca estaba más cerca de anotar el segundo que IDV empatar. El Xeneize lucía conectado ante un rival cuyas respuestas defensivas no eran las adecuadas. Si bien no hubo situaciones mano a mano, Boca presionaba la salida ecuatoriana y dominaba territorialmente.

Pero llegando a los 24’ a la salida de un córner, los zagueros de Boca fallaron en el primer palo, hubo un desvío y Caicedo fusiló a Orion con un zurdazo que se clavó en el ángulo. Aquí comenzó la pesadilla de Boca, más allá que recién comenzó a perder el partido en los primeros minutos del complemento.

Boca tardó en recuperarse, Independiente con la conducción de Sornoza se acomodó al partido y recién en los últimos 10’ de la etapa inicial el local volvió a ejercer presión.

A los 34, un remate de Leo Jara fue desviado al córner por Azcona, y a los 42 tuvo lugar una de las más profundas, otra vez con participación de Fabra, quien alargó para Pavón, el delantero tocó hacia atrás y el disparo de Jara, que llegaba, fue a dar en el travesaño.

La última para Boca fue a los 44, cuando un remate de Tevez se le escapó a Azcona y salvó Caicedo despejando al córner.

En los primeros 5’ de la segunda parte, Boca obsequió dos goles y con la necesidad de convertir cuatro en los cuarenta que restaban quedó condenado.

A los cuatro, Cabezas se escapó por izquierda; parecía que Juan Insaurralde tenía que llegar al cruce, pero la lentitud del central permitió que Cabezas, con tiro cruzado, pusiera a su equipo en ventaja.

De inmediato, Orion se complicó en una salida con los pies, Angulo se la robó y marcó la diferencia que definió el juego.

Todo lo demás estuvo de sobra. Boca sumó dos delanteros, Darío Benedetto y Walter Bou, que de poco le sirvieron. La desorganización estuvo a la vista y hasta cuando tuvo un penal, a los 23’, por mano de Mina, Nicolás Lodeiro pareció entregarle la pelota al arquero Azcona.

Sobre la hora, Pavón, quien buscó siempre, a veces equivocadamente, pero no se entregó hasta el final, con un derechazo desde fuera del área acortó la diferencia, sólo como un detalle estadístico.

Una victoria

histórica