Por qué se demoran las nevadas en la Patagonia

Por Enzo Campetella – Meteorólogo

enzo.campetella@gmail.com

Junio se fue sin nevadas no solo sobre el norte de la Patagonia, sino que incluso cerro Castor en Tierra del Fuego no ha tenido lo suficiente como para encarar su temporada.

Como contraste, la cordillera en Mendoza ha recibido nieve en cantidad. Y los patagónicos miraban sorprendidos las nevadas de San Luis, las sierras de Córdoba y Tucumán.

Esto ocurre porque la circulación atmosférica que ha dominado ha tendido a hacer que los centros de baja presión fluyan sobre la zona central de Argentina, concentrando allí la energía disponible. El aire que ha llegado a estas latitudes tuvo el soporte necesario para dar lugar a nevadas en los puntos más altos.

Más al sur, sobre la Patagonia, esta condición ha hecho que dominen zonas de alta presión, justo la situación contraria a la que se necesita para la generación no solo de nevadas sino de lluvias.

Esto excede al turismo y preocupa a las autoridades que ven cómo bajan los cursos de los ríos.

Este fin de semana podrán presentarse algunas nevadas aisladas en especial en cotas medias y altas. No se trata de fenómenos generalizados ni la ocurrencia estimada importante.

Desde el lunes 4 de julio otra vez se establecen altas presiones con influencia sobre el centro y norte de la Patagonia: en la primera semana de julio las temperaturas tenderán a ascender. La situación se caracterizará por mañanas frías, algunas nieblas, y ascenso de temperatura durante la tarde.

Son condiciones para que se registren inversiones térmicas, lejanas a la ocurrencia de lluvia o nieve. Para el 11 de julio un sistema frontal podrá avanzar sobre la zona dando lugar a descenso en los valores de temperatura.

Es una situación que tendrá que ser monitoreada con mayor información a medida que se aproxime la fecha, hoy aparece como similar a la del primer fin de semana de julio. O sea que no estarían las condiciones para nevadas persistentes o con acumulados relevantes.