Quiere ser docente y el CPE pide garantías

Lleva 16 años en prisión

NEUQUÉN (AN).- El Consejo Provincial de Educación (CPE) permitió el año pasado que una mujer que cumple una condena a prisión perpetua se inscriba en el profesorado de Educación Especial. La alumna comenzó a estudiar y a rendir las materias, pero fue cuando debía iniciar las prácticas con los niños cuando las autoridades del CPE pidieron a la Justicia que se “responsabilice” por la seguridad.

Toda persona privada de su libertad tiene derecho a estudiar, y la ley 26695 incentiva esas acciones, reduciendo meses de condena por cada año de estudio, por lo que son cientos los estudiantes provenientes de las cárceles neuquinas.

El caso que llevó a que las autoridades del Instituto de Formación Docente 4 acudan a la jueza de Ejecución Penal, Raquel Gass, fue el de la alumna Sara del Pilar Ibáñez, quien lleva detenida 16 de los 30 años de sentencia que le fueron impuestos al encontrársela culpable de uno de los crímenes más atroces ocurridos en la provincia: degolló a su esposo y sus hijos cuatro y un año.

“Nosotros no podemos negarle la inscripción a nadie”, explicaron desde el IFD a la jueza en una audiencia en la que advirtieron que “Ibáñez en segundo año va tener prácticas en las que estará al frente del curso, a cargo de los alumnos, y nosotros queremos saber quién se va a hacer responsable”.

Es que además de tratarse de niños pequeños, por la especialidad que Ibáñez eligió estudiar sus alumnos serán sordomudos. Esto a raíz de que la misma Ibáñez explicó que cuenta con un sobrino que tiene esa discapacidad y ella busca con la educación poder comunicarse fluidamente con él.

Tras varias idas y vueltas finalmente se resolvió que cada año el gabinete criminológico del Poder Judicial deberá realizar un informe especial sobre la viabilidad de que Ibáñez esté al frente de un curso de niños y del resultado del mismo dependerá que pueda continuar con sus estudios.

El examen realizado hace pocos meses, en el contexto del pedido del CPE, le permitió a la mujer continuar con su capacitación dado que según los especialistas cuentan con un nivel de peligrosidad y reincidencia delictiva leve a bajo.

Si bien aún no se debatió en las audiencias, desde el mismo IFD 4 se explicó que la carrera tiene una duración de cuatro años e Ibáñez ya está en condiciones de cursar el segundo año. Por lo que resta ahora saber qué ocurrirá cuando Ibáñez esté en condiciones de graduarse.