“El peor viaje, con el final más triste”

Romina Haydee Anaya comenta la odisea vivida con su padre, tristemente, con doloroso final.

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El día 29 de diciembre a las 15:30 salimos de la Clínica Roca con mi papá Eleuterio Anaya, un paciente oncológico; mi hermana Gladis y quien escribe esta carta. La ambulancia de traslado es de Pedro de Venecia. Luego de haber hecho media hora detienen la ambulancia, pues se había recalentado y por lo tanto se perdió toda el agua. No llevaban agua (primer error) y nos piden a nosotras, que por suerte habíamos comprado 2 litros debido al calor que hacía –a esa hora rondaba los 38 grados–. Les cedemos el agua y nos dicen que volveremos hasta la caminera en búsqueda de más. Cargan allí 5 litros. Nosotras les preguntamos si no era mejor volver, a lo que nos contestan que no y que llegaríamos (segundo error). Hicimos una hora más de viaje y la ambulancia no arrancó más. Uno de ellos hace dedo para ir a El Cuy y buscar allá la otra que lleve a mi papá al hospital. Luego pedirían una nueva hacia Roca y también oxigeno. Estuvimos una hora en el campo y mi papá ya empezaba a sentirse incómodo tanto estar en la misma posición. Gracias a Dios se nubla y empieza a circular el aire. Para esto, a nosotras ya nos empezaba a preocupar el poco oxígeno que veíamos que marcaba el tubo (tercer error). Luego de una hora llega la ambulancia de El Cuy. Como a la media hora nos avisan que ya había salido la que iba a Roca. A todo esto, ya eran casi las siete de la tarde. Mi papá ya estaba muy dolorido. Al rato le piden un tubo de oxígeno al enfermero que allí había, el cual también le pregunta si lo habían controlado y este le contesta que “no, porque no habían traído para controlarlo” (cuarto error). Lo controlan y por suerte estaba todo bien… A las 21:45 llega la ambulancia, le devuelve el oxígeno al hospital y conectan el que traían, que solo marcaba un cuarto de oxígeno. Salimos 21:55 de El Cuy. Dos veces hicimos detener la ambulancia porque traían el oxígeno en el piso (quinto error) y los movimientos hacían que se cerrara y mi papá empezaba a agitarse muy rápido. Tomamos la parte de ripio. Acá quiero extender mi queja al gobierno provincial: una ruta que lleva años en ese mal estado. Esto fue terrible. Mi papá era un solo dolor; mi hermana le agarraba las piernas y yo la cabeza para que fueran menos dolorosos los sacudones. Sufrimos mucho ese tramo. Llegamos a Sierra Colorada a las 23:45. Mi papá empieza a entrar en un estado cada vez más complicado, y a las seis de la mañana muere. PAMI debería tener un control de las empresas que realizan el servicio ambulatorio. El enfermero que venía nos contó que esa ambulancia tenía más de 500.000 km (sexto error). Yo no entiendo mucho, pero creo que por lejos estaba pasada de kilómetros. Si hago pública esta nota es porque creo que mi papá no tenía que morir esa noche. Pero sufrió nueve horas en una camilla, y el tramo de ripio lo destruyó del todo. A mi papá le faltó la medicación. Publico nuestra odisea para que nadie más vuelva a pasar por la misma situación que nosotros, y menos por el dolor de perder a alguien. Romina Haydee Anaya DNI 33.239.615 Sierra Colorada

Romina Haydee Anaya DNI 33.239.615 Sierra Colorada


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