Vigilia y dolor en la búsqueda del pequeño Bruno
El operativo para dar con el cuerpo del chico que se ahogó en la tarde de Navidad no había arrojado resultados hasta el cierre de esta edición. Reactualiza la necesidad de seguridad en el río.
Daniel Agostinelli
El rastrillaje se mantenía sin novedades ayer por la tarde en la zona de Choele Choel.
CHOELE CHOEL (AVM).- La imagen de Bruno Lagos, de 7 años, se grabó de manera imborrable en centenares de vecinos del Valle Medio. Su carita llena de ternura, con anteojos y vestido con una camiseta de River, recorrió los muros de las redes sociales de la zona. Ayer se esperaba la llegada de buzos de Prefectura desde Bariloche para continuar con la búsqueda del cuerpo del nene, que el viernes mientras disfrutaba de la tarde de Navidad desapareció arrastrado por las aguas del río Negro. Desde entonces la búsqueda de bomberos, Prefectura y vecinos no ha cesado. Los padres se quedaron toda la noche con algunos vecinos junto al río, en una vigilia llena de dolor. El hecho presenta varias aristas. Por un lado está el reflejo instantáneo de los vecinos, que apenas vieron a los cuatro niños en peligro no dudaron en ir a su rescate, aunque no lograron salvar a Bruno. Luego, la búsqueda sin descanso, pero las horas transcurrieron sin novedad, lo que sumaba más y más dolor a los padres que, ya fuera de sí, esperaban un milagro. Llegó la noche, y con ella la solidaridad de vecinos y familiares que acercaban gaseosas, comida y abrazos que intentaban contener. Pasada la medianoche, vecinos y allegados llamaban a las radios y diversos medios pidiendo ayuda, ya que los padres permanecían a la orilla del río y cualquier movimiento en las aguas los impulsaba a intentar meterse al agua, con la esperanza de que fuera el cuerpito de Bruno. Pareciera que la Justicia no previó que había una madre y un padre desesperados por el dolor y que necesitaban contención psicológica. Las personas que acompañaban el dolor de los padres pedían reflectores, que en realidad no hubieran hecho otra cosa que alimentar la ansiedad de esos desesperados padres. Recién alrededor de la una de la madrugada se acercó una ambulancia, luego de llamadas cruzadas entre vecinos y comunicadores sociales que pedían que fuera personal profesional a darles la contención adecuada a esas personas superadas por el dolor. Ayer, desde bomberos voluntarios, se indicó que “no vamos a parar hasta encontrarlo. Tenemos tres grupos buscándolo, dos en lancha por el río y uno que recorre la costa”. El caso despertó nuevamente el debate de instalar balnearios como tales en la zona, es decir con los boyados necesarios, cartelería, y sobre todo guardavidas.
Choele Choel
Daniel Agostinelli
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