Ornamentales para vecinos y turistas
Maite Vacarezza, del vivero Lenga de Bariloche, representa a uno de los grupos que surgieron en el marco del programa nacional Cambio Rural II.
La productora comentó que los viveristas se dividen en dos grupos: algunos producen para sus propios emprendimientos o venta directa al público y otros logran abastecer a distintos viveros. En su caso, complementa su emprendimiento con el diseño y mantenimiento de jardines, con distintos tipos de producción.
Desde hace un tiempo emprendieron el trabajo junto al INTA. “El grupo estaba semiconformado, pero con dificultades de funcionamiento y coordinación; costaba mucho mantener un marco de unidad porque entre los viveristas había algunos pocos que se tenían que encargar de invitar, explicarle beneficios a la gente, etcétera”.
Toda esa problemática quedó en manos del INTA, que aportó la organización y la experiencia que tiene en este tipo de emprendimientos. “A partir de allí comenzamos a funcionar y consolidarnos como grupo”, relató Vacarezza.
“Además de eso lo que destaco –continuó Maite– es que se pueda recibir de los técnicos una mirada fresca y nueva, ya que uno tiene su vivero, todos los días lo mira y le ve un montón de defectos o problemas y cuesta encontrar soluciones”.
Para esta productora, la experiencia en el tiempo transcurrido junto a la institución permitió hallar respuestas a situaciones complejas.
Respecto del Congreso de Viveristas que se realizó en Buenos Aires este año, valoró el haber podido participar, ya que el contacto con otros productores y nuevas realidades los enriqueció.
En torno a las expectativas, puso énfasis “en el acceso a la tecnología que hoy tenemos y a distintas formas de cultivos que se están dando en otros lados”, en tanto que revalorizó la necesidad de sostener la cohesión del grupo de viveristas, aun con diferentes puntos de vista, a fin de fortalecer al sector de producción local.
“Siempre me queda una expectativa pendiente, y en ese sentido creo que el grupo en algún momento debería retomar el mejoramiento de los jardines de la ciudad y la parquización de los espacios verdes públicos”.
Para quiénes producen
“En Bariloche hay dos grandes grupos, unos son los consumidores de jardín y otros son los turistas; éstos buscan la planta chiquita, la planta rara, la planta local, como las bulbosas, que tienen un potencial enorme de producción en la región. Al consumidor de jardín, en cambio, le puede gustar el jardín por la foto, pero también está la persona que lo usa, lo cultiva y se dedica a la jardinería”, concluyó Vacarezza.
Maite Vacarezza, del vivero Lenga de Bariloche, representa a uno de los grupos que surgieron en el marco del programa nacional Cambio Rural II.
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