Roger, el maestro eterno

Federer superó a Djokovic y se adueñó de Cincinnati por séptima vez. Fue en sets corridos.

Roger Federer no se cansa de hacer historia y después de ausentarse del circuito por un mes, tuvo su regreso triunfal en Cincinnati. El suizo se quedó por séptima vez con el título en el Masters 1.000 de Cincinnati al vencer con autoridad en la final al serbio Novak Djokovic. Demostró una vez más su vigencia y batió a Djokovic por 7-6 (7-1) y 6-3. Con el triunfo de ayer, Roger subirá del tercer al segundo lugar del ranking mundial por delante del británico Andy Murray. Djokovic, en cambio, sumó su segunda derrota consecutiva en una final de Masters 1.000, después de perder el domingo pasado en el duelo decisivo de Montreal ante Murray. Además, el serbio vio como se frustraba su posibilidad de convertirse en el primer jugador en alzar al menos una vez en su carrera los nueve torneos Masters 1.000. Al igual que en el resto de la semana, Federer se mostró imparable con su servicio y no le dio ninguna chance de quiebre a al serbio. Federer tuvo cuatro posibilidades de quebrar el servicio de Djokovic en el primer set, pero el serbio las salvó y forzó el tie-break, donde Roger pasó por arriba del serbio. Con el primer set adentro, Federer aprovechó el impulso y sacó rápidas ventajas en el segundo set para cerrar el partido en apenas 90 minutos. Para Djokovic, el cemento de Cincinnati ofrece las condiciones ideales para el juego de Federer. “Pienso que aquí él es más agresivo que en cualquier otro torneo, porque la superficie y las condiciones le permiten jugar muy rápido. Le gusta este ritmo”. Con su séptimo título, Cincinnati se convirtió en unos de los torneos más exitosos para el suizo, que también ganó en siete ocasiones en Wimbledon y en Dubai. El récord lo posee en Halle, donde alzó el trofeo ocho veces. “Espero realmente que Novak pueda ganar aquí un día”, expresó Federer. “Ha estado cerca muchos años y se lo merece”, dijo el suizo delante del público. Federer logró así el título número 87 de su carrera y el 24 en Masters 1.000, igualando la cifra de Djokovic en este tipo de torneos. Además, desniveló a su favor el récord de duelos personales ante el serbio, ahora le gana 21 a 20. Más allá de las estadísticas, el suizo demostró a sus 34 años que su leyenda no parece tener un final a la vista.


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