Muestra de unión de judiciales tras el atentado

intenta volver a la normalidad

VIEDMA (AV).- “La sensación del ultraje”. Así calificó la presidenta subrogante del Superior Tribunal de Justicia, Liliana Piccinini, lo ocurrido el domingo con el incendio al juzgado penal que conduce Carlos Mussi. “Cualquiera que haya sido el móvil, han invadido no sólo nuestro lugar de trabajo, donde muchos transcurrimos más de la mitad de nuestras vidas. Han invadido lo que esta estructura simboliza. Ésa es nuestra primera sensación”, dijo al cerrar la jornada de ayer y al proponer un abrazo simbólico al edificio de 25 de Mayo y Laprida a través de un aplauso. Desde el hall de ingreso se dirigió a todos los judiciales que la escucharon desde los respectivos niveles, incluidos sus pares Ricardo Apcarian, Enrique Mansilla y Sergio Barotto, quienes permanecieron en el penúltimo piso donde funciona el STJ, observando como el resto.

Fue conmovedor observar al personal de mantenimiento con cascos y mamelucos tiznados, que por un momento dejó la tarea de desmantelar el juzgado destruido. Allí el piso de goma negro, afectado en partes, disimula la acumulación de hollín entre pequeños pedazos de vidrios, madera y metales fundidos por el extremo calor.

En tanto, desde su provisorio lugar de trabajo actual, el personal del juzgado afectado -con barbijos y guantes de látex- se notó como el más emocionado ante el mensaje de Piccinini.

El olor a humo -más intenso a medida que se asciende en el edificio- persiste y hace picar la garganta en un ambiente con pequeñas ventanitas que, aún abiertas, no dan abasto para ventilar.

“Para quienes hayan pergeñado y ejecutado este vil atentado a la institución, le demostraremos y de hecho comenzamos a hacerlo el mismo domingo, que aquí nada se pierde. Que los hechos puedan dar marco a un proceso penal o de cualquier otra índole que se judicialice, aún cuando se convierta en cenizas el expediente que los contiene, seguirán existiendo porque la historia y las circunstancias no desaparecen con el fuego. Si se ha robado, matado, defraudado, violado, si se adeuda, si se ofende, si se vulnera o desconoce el derecho o el interés de otro, eso no lo destruye el fuego. La realidad es indestructible, al igual que la verdad y la justicia. La independencia y la tranquilidad de espíritu de quienes cumplen la tarea de juzgar no se conmoverá por este tipo de sucesos”, enfatizó Piccinini.

Sobre la investigación sólo se ha señalado que se encuentran en plena recolección y evaluación de evidencias, pero se mantiene un hermetismo total.

El juzgado intenta volver a la normalidad

“Soy un engranaje del sistema del Poder Judicial y tengo la esperanza de que se pueda llegar al resultado que todos esperamos”, dijo el juez Carlos Mussi en relación al incendio intencional en el juzgado a su cargo.

Consultado sobre si asocia a alguna causa en particular el atentado, Mussi sostuvo que eso “surgirá de la investigación”, aunque aclaró: “No lo vinculo con ninguna causa en especial porque no tengo motivos para hacerlo. Dispongo detenciones de personas en forma permanente y cada vez que estamos de turno también ordenamos allanamientos si son necesarios. Es un trabajo que tiene un juez de instrucción. No lo puedo relacionar directamente pero si eso surge de la investigación lo veremos en su momento”.

En el juzgado ayer la actividad fue retomada pero volverá a ser la habitual “en la medida que me lo posibiliten los expedientes y el ánimo de los empleados, que han colaborado muchísimo desde el domingo”, sostuvo. Agregó que luego de rescatar la documentación que se pudo se evalúan los daños para tratar de hace un inventario de los bienes afectados. “En estos casos hay que empezar por lo más grave, que son las causas que tramito con personas privadas de la libertad, que por suerte son expedientes que los tengo conmigo. Otros con la ayuda de las partes serán reconstruidos y podremos seguir con el trámite normal”, agregó.

El juez explicó que los expedientes que ya tenían un procesamiento, por ejemplo, serán reconstruidos sin problemas porque están todos digitalizados y las resoluciones protocolizadas. No obstante, admitió posibles dificultades con algunas actuaciones que se hayan hecho en comisaría y no tengan duplicado. Finalmente dijo estar “preocupado” pero no manifestó temor ante el atentado. La prioridad, según afirmó, es reconstruir las actuaciones para “dar una respuesta” a todas las partes involucradas en las causas que tramita. (AV)