Punta Verde, historia a orillas de “la marea”

San Antonio Oeste

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Variadas y con opciones para todos los públicos, así son las playas que pueden visitarse en los distintos sectores de San Antonio Oeste. Por eso, si la idea de los turistas que visitan Las Grutas es conocer un poco más del paisaje y del pasado de la región, lo mejor es optar por la costa sanantoniense. De esa oferta, el balneario Punta Verde, ubicado a pocos metros del centro, en las inmediaciones del Club Náutico, es el que mejor combina ambas variables.

Es que esta playa está enclavada en el corazón de un barrio que aún conserva intactas las huellas de ese destino ferroviario que muchos pensaban que signaría a la ciudad definitivamente, y se funde con la amplia playa de arena, piedra y conchillas de la ría sanantoniense, que los lugareños conocen como “la marea”. Allí Punta Verde ofrece imágenes encantadoras. En el balneario se instalaron pequeñas sombrillas de paja, que aportan sombra e invitan al relax al borde del agua.

Por las tardes, la playa se puebla de familias y grupos de amigos que buscan distenderse y huir del calor. Tiempo atrás era una de las favoritas de los vecinos de la zona, pero actualmente muchos turistas también se acercan a ella, seducidos por la calma del entorno.

Por sus características, el área es una de las que primero ofrece la posibilidad de disfrutar divertidos chapuzones apenas comienza a crecer la corriente, cuando se registra la pleamar.

La historia que se impregna hacia la playa data de 1910, cuando comenzó la construcción del tendido ferroviario que uniría Viedma con Bariloche y San Antonio se convirtió en uno de los lugares clave para ese proyecto. El ingeniero Guido Jacobacci, quien tenía a cargo la obra, se instaló en esta localidad y hoy su casa y el resto de las edificaciones que bordean ese tramo parecen extraídas de un catálogo de arquitectura ferroviaria.

Son casitas bajas de chapa y madera, pintorescas y sencillas, que pese al transcurso del tiempo muestran vestigios de su perdido esplendor. En el caso de la de Jacobacci, que es una vivienda mucho más imponente que las demás, existe un proyecto en plena ejecución que tiene como objetivo restaurarla para convertirla en un museo, e incluso utilizar parte de sus dependencias para la realización de actividades culturales.

Además, entre las opciones para tener en cuenta en Punta Verde figura la presencia de un parador que le suma una interesante oferta gastronómica a los servicios básicos que ofrece durante el día, y garantiza el confort al aire libre. Por las noches ese espacio también abre sus puertas, y ofrece espectáculos, tragos y momentos de recreación.