Defaunación marina, extinción masiva de especies oceánicas
COLUMNISTAS
El cambio climático y la pesca indiscriminada son dos de los factores que han afectado enormemente la vida en los océanos en todas las regiones.
La extinción masiva de la fauna no es ninguna novedad, hasta la era industrial existieron cinco en los 600 millones de años durante los cuales los animales hemos poblado la Tierra. La novedad de la sexta extinción de la historia del planeta, la que vivimos ahora mismo, es que la causa somos los seres humanos.
El término “defaunación” quiere enfatizar que el problema no se limita a la extinción de especies enteras, sino que abarca también la desaparición de poblaciones locales y la reducción del número de individuos en cada población.
Extinción marina
Un estudio elaborado por un grupo de seis científicos afirma que la fauna en los océanos podría estar cerca de sufrir una etapa de extinción masiva de la vida marina. El documento publicado en la revista “Science” “Defaunación marina: pérdida animal en los océanos globales”, explica que los humanos hemos alterado de forma significativa casi todos los ecosistemas marinos y estamos contribuyendo a la pérdida de fauna oceánica y nos podríamos encontrar en el preludio de una extinción masiva en los océanos, como sucedió con la fauna terrestre desde el comienzo de la era industrial en el siglo XVIII.
“Tales declives pueden generar olas de cambios ecológicos que viajan tanto hacia arriba como hacia abajo de las redes alimentarias y que pueden alterar el funcionamiento de los ecosistemas oceánicos”, aseguran los investigadores.
Cambio climático y sobreexplotación
El cambio climático global amenaza con acelerar la pérdida de especies marinas durante el actual y el siguiente siglo. Los océanos son tan grandes que sus ecosistemas pueden parecer inmunes al cambio, pero no lo son; la situación en los océanos es tan sombría como en tierra.
Estamos viviendo como si tuviéramos un planeta extra a nuestra disposición. La humanidad sobreexplota la Tierra consumiendo los recursos naturales por encima de la capacidad del planeta para reconstituirlos de acuerdo con su biocapacidad o capacidad biológica, que es la habilidad de un ecosistema para producir materiales biológicos útiles y absorber desechos generados por los humanos.
“Las granjas de peces, los grandes buques con enormes redes, las prospecciones en el subsuelo marino, son sólo algunos ejemplos de lo que algunos científicos ya llaman la ‘revolución industrial marina’, causando daños sin precedentes a los océanos y las especies que en ellos habitan”, explica Douglas McCouley, profesor de Ecología y Biología Marina de la Universidad de California.
Los problemas de sobreexplotación de los bancos pesqueros no son una invención de cuatro conservacionistas trasnochados. El agotamiento de las pesquerías está en incremento en todo el planeta y esta sobreexplotación pesquera ha sido también una fuerza mayúscula en los cambios evolutivos de los océanos y ya ha alterado la estructura genética de poblaciones animales marinas.
Debido a que los efectos de la actividad humana en el mar son menores que en la tierra y a que muchos ecosistemas marinos siguen siendo más salvajes que los terrestres, los programas para rehabilitar poblaciones oceánicas afectadas están aún a nuestro alcance.
Conclusión
En los próximos 150 años podríamos ver la extinción de una gran cantidad de especies; aunque sea sombrío el panorama, todavía hay oportunidad de actuar, afirman los científicos.
Los océanos del mundo tienen la capacidad para revertir la crisis actual de pérdida de fauna marina y las próximas décadas serán determinantes para ello. Sólo tenemos una Tierra.
Como final, una frase de Víctor Hugo: “Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha”.
Norberto Ovando
Presidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales. Experto en la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la IUCN, Red Latinoamericana de Áreas Protegidas
Norberto Ovando
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