¿Están en riesgo las cavernas de Cuchillo Curá?
El sistema sigue cerrado y en medio de fuertes polémicas.Espeleólogos auguran su fin por la apertura al turismo.
Las cavernas, cerradas a las aventuras de los hombres hace más de dos años, atraviesan de este a oeste la ruta 40 y atesoran dentro un ecosistema único en el mundo, además de una laguna interna fría y transparente, enormes galerías y de formaciones (estalactitas y estalacmitas) que van desde y hacia el techo.
El lugar estuvo en jaque por la explotación marmolera con uso de dinamita que se realizaba en la superficie, por un virtual saqueo; y recientemente fue declarado reserva natural, precisamente para garantizar su preservación. La difusión de un estudio de estabilidad realizado por una empresa contratada por el centro PyME de Neuquén disparó la denuncia de la Federación Argentina de Espeleología (Fade), con sede de en Mendoza. La entidad reclama un inmediato estudio de impacto ambiental y acusa a la Dirección de Cultura de la provincia de violar la ley 2.213, porque debería controlar que se cumpla. Para la Fade, la dirección de Cultura cerró el paso a los espeleólogos (así se llaman las personas que exploran las cavernas) no para preservar el sistema sino para favorecer «a los intereses de empresarios turísticos que no quieren espeleólogos molestos entorpeciendo sus negocios».
La organización va más allá y preanuncia la apertura a la actividad turística y por ende el fin de la fauna endémica -única en el mundo- del sitio. El caso fue denunciado ante la fiscalía de Estado de Neuquén.
La directora de Cultura de la provincia, Margarita Seguí de Acuña, negó de plano las acusaciones y garantizó la preservación del sistema y también la «seguridad de que cuando se haga la apertura se brinden todas las garantías posibles, con un reglamento avalado por geólogos y biólogos».
La funcionaria explicó que a partir del programa que financió el centro Pyme hace unos días la dirección a su cargo tuvo en su poder el estudio de estabilidad de ocho de las 100 cavernas, y que ahora se iniciará el de impacto ambiental. Seguí aseguró que «de ninguna manera se lo habilitará al turismo» y que sólo trabajará allí personal especializado.
Carlos Dupont, miembro histórico del Grupo de Espeleología de Neuquén (Geneu), rechazó la denuncia de la federación y consideró que «más allá de que todos esperamos que se levante la veda para poder ingresar, entendemos que hay que tener garantizada la seguridad».
Por ahora, la custodia y la limpieza de la zona de acceso al sistema está a cargo del GELA, que es el Grupo de Espeleología de Las Lajas.
«Quieren convertir nuestras cavidades naturales en zonas liberadas para el turismo depredador (…) y no dan posibilidades de opinar a los espeleólogos que durante 20 años estudiaron las cavernas de Neuquén y han publicado trabajos en la Argentina y en otros lugares del mundo», reclamó la Fade, a través de su secretario Carlos Benedetto. En el mismo texto, el organismo advierte que el estudio de impacto ambiental debe ser previo al de estabilidad y alerta sobre el riesgo al que se expuso a la fauna endémica del lugar, única en el mundo.
«Un impacto ambiental negativo puede significar lisa y llanamente la desaparición de las más de 20 especies faunísticas que sólo se encuentran en el sistema», denunció la Fade.
La directora de Cultura respondió que sin estudio de estabilidad de las cavernas «no se puede hacer el de impacto, es una cuestión de prioridades. Sé que ellos quieren que se levanten las restricciones; ya se va a dar. También sabemos que ellos querían un permiso para filmar una publicidad de bebidas en el interior», cerró la funcionaria.
Un sitio único en el mundo
NEUQUEN (AN).- Las cavernas del sistema Cuchillo Curá se ubican de este a oeste y están a unos 12 kilómetros al sur de Las Lajas, a 900 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un área en el que hubo un asentamiento humano, tal como lo corrobora el hallazgo de restos óseos y de pictografías aborígenes que no se supone no son las únicas.
Las cavidades investigadas recientemente por la empresa contratada por el centro Pyme fueron: Caverna de los Gatos, del Jagüel, Pichi Neuquén, de la Laguna, Aguada La Mula, Salado III, del Gendarme y del Arenal.
Pero aún restan un centenar de cuevas por relevar. Allí sobreviven especies de arácnidos y pequeñas criaturas adaptadas a vivir sin luz y en niveles de humedad cercanos a la saturación, que son únicas en el mundo. En el interior del sistema, sobre todo por la acción del hombre, han habido derrumbes, ya sea por la explotación minera o por manos criminales que arrancaron estalactitas como trofeo. Cada una de las formaciones tardó cientos de años en formarse. Los espeleólogos suelen decir que arrancar una estas concreciones de calcio es «como arrancar el tallo de una flor que vive desde hace cien mil años».
Sin embargo, en la caverna del Templo ya casi no quedan estalactitas.
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