“La herencia que me dejaste no se puede medir”

A Don José Luis Aburto: Querido papá, el mes de octubre te vio nacer y el mes de octubre de vio partir. Te llevaste contigo el peso y el cansancio de 83 años, en los cuales el trabajo y el compromiso fueron tus puntales. El amor que me diste como padre no tiene comparación alguna con nada en este mundo. La herencia que me dejaste no se puede medir, ni pesar ni tampoco guardar, porque salió de tu corazón, de tu espíritu. Me enseñaste que el trabajo, la honestidad, los buenos modales, la voluntad y el compromiso debían ir juntos de la mano y que no importa cuántas veces cayéramos, “debíamos y podíamos levantarnos”. El mismo legado espero haber sembrado en tus nietos y es por todas esas cosas buenas que sembraste en mi corazón. Hoy me duele y entristece tu ausencia, pero sé que sigo al pie de la letra tus consejos. Llegará el día en que, cuando Dios pase lista en el cielo, podré oír tu nombre y volver a abrazarte, agradecerte y decirte que te amo. Hasta pronto querido papá y abuelo. Tus nietos Coty, Poly y Tere y tu hija Sandra Aburto DNI 17.699.311 Fernández Oro

Tus nietos Coty, Poly y Tere y tu hija Sandra Aburto DNI 17.699.311 Fernández Oro