Indignación en Cutral Co: mató y recibió 3 años y 9 meses de prisión
Fue declarado culpable de “homicidio agravado por el uso de arma” con el atenuante de “emoción violenta”.
Judiciales
CUTRAL CO (ACC).- Víctor Ricardo Muñoz fue condenado a 3 años y 9 meses de prisión por el homicidio del también empleado municipal Héctor Miño, ocurrido en enero pasado en el cargadero de agua de Plaza Huincul. Hasta tanto la sentencia quede firme, seguirá como hasta ahora en prisión domiciliaria. Ayer, tras conocerse la decisión judicial, la familia de Miño protestó con quema de cubiertas frente al edificio de la Oficina Judicial de Cutral Co.
Después de que el jurado lo declarara culpable de “homicidio agravado por el uso de arma” con el atenuante de “emoción violenta”, ayer se realizó la audiencia donde se fijó la pena.
Los fiscales Sandra González Taboada y Raúl Aufranc habían solicitado 7 años y 8 meses de prisión, mientras que el querellante Marcelo Herztriken Velasco planteó 8 años y la defensa oficial, a cargo de Diego Simonelli, pidió 2 años y medio en suspenso.
Ayer, al finalizar la audiencia, el abogado que representa a la familia de Miño presentó un pedido para que Muñoz quede detenido de inmediato (desde enero tiene prisión domiciliaria). La audiencia para analizar ese planteo se efectuó a los pocos minutos y el juez técnico Leandro Nieves no hizo lugar a la petición y resolvió que debía permanecer tal como hasta ahora.
La causa llegó a juicio por jurados porque la acusación que pesaba sobre Muñoz era mucho más grave que la que finalmente se dio por probada. De hecho la querella pretendía una condena perpetua por homicidio “transversal”.
Al término de las audiencias, el abogado querellante señaló que “el fundamento del juez Nieves calificó de poco seria la acusación de la querella en sostener el homicidio transversal y nosotros discrepamos en tal calificativo. Y no acordamos con que se haya valorado un dictamen psicológico para disponer una emoción violenta”. La madre de la víctima, Argentina Baigorria, y su hermana, Andrea Miño, se ofuscaron ante la decisión judicial.
La familia y amigos protestaron con quema de cubiertas frente al edificio judicial y pintaron leyendas en los paredones. La intensa humareda que se generó y el peligro que se expandiera a las paredes del edificio hicieron que se convocara a los bomberos voluntarios y que se reforzara la presencia policial.
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