La capilla Sixtina brilla con nuevas luces
A la par, ayer revelaron daños que se silenciaron. Climatización permitirá proteger los frescos
CIENCIA
CIUDAD DEL VATICANO.- Muy por encima del altar de la capilla Sixtina, la aureola del Cristo pintado por Miguel Ángel resplandece con una luz inédita, gracias a un nuevo sistema de iluminación, calificado de revolucionario. A la par de esta novedad que se señala como muy buena para la conservación general de las pinturas, el Vaticano reveló ayer un secreto celosamente guardado: los famosos frescos habían empezado a volverse blancos debido a la contaminación provocada por el enorme flujo cotidiano de visitantes.
Las autoridades de la Santa Sede advirtieron la pátina blanca en 2010 e iniciaron una investigación. El daño no era visible desde el suelo, pero la inspección reveló que partes de los frescos estaban cubiertos por una capa semejante a un glaseado de azúcar resquebrajado.
Aunque se desconoce la causa precisa, dijeron en una conferencia académica que la película polvorienta parecía ser de carbonato y bicarbonato de calcio, formados debido a los niveles crecientes de dióxido de carbono y humedad que atravesaban los muros porosos de yeso. La pátina fue retirada fácilmente y sin provocar daños, dijo Ulderico Santamaria, jefe del laboratorio de restauración de los museos.
Ahora, merced a los trabajos inaugurados esta semana, ángeles y demonios, apóstoles y profetas, antaño perdidos en una semioscuridad, regresan a la luz con 7.000 lámparas led de bajo consumo, fabricadas especialmente para la capilla donde los cardenales eligen al Papa desde el siglo XV.
También se instaló una nueva climatización para proteger los frescos de la humedad y de los efluvios de los seis millones de visitantes que, cada año, admiran el techo pintado por el gran artista italiano entre 1508 y 1512.
Esta obra de renovación costó unos tres millones de euros, de los cuales 870.000 procedían de la Unión Europea.
“Las bombillas led tienen un espectro luminoso fabricado especialmente para estar en armonía con la pigmentación de los frescos y conseguir así que la luz respete su color original”, explicó a los periodistas invitados el miércoles, Marco Frascarolo, uno de los responsables de Fabertechnica, una de las empresas implicadas en esta operación.
En los años 80, se cegaron las ventanas de la capilla que dejaban entrar la luz del sol, cuando los conservadores se dieron cuenta de que los rayos ultravioleta estropeaban los frescos y hacían palidecer el Juicio Final o la creación de Adán.
El nuevo sistema de climatización de la capilla inaugurado esta semana podría prevenir los daños potenciales causados por niveles crecientes de humedad, dijeron las autoridades. Pero jamás habían dicho que el daño ya había comenzado y que el objetivo del nuevo sistema era impedir que se agravara.
(AFP, AP)
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