La temporada ya es histórica en Las Grutas, pero hay mucho por pulir

Nuevos alojamientos ofrecen servicios de primer nivel, acordes con su arquitectura. Este balneario atraviesa por una temporada que la marcará para el resto de su historia. El aspecto cotidiano difiere de cualquier imagen de esta villa en el pasado. Nunca la Costanera mostró la cantidad de vehículos estacionados que se ve en estos días, ni la playa fue la multitud que es en este 2003. Pero, mientras por un lado puede decirse que el verano ya es un éxito, por otro también hay que reconocer que atender a tanta cantidad de gente es un desafío y una constante demostración para privados y autoridades gubernamentales acerca de sus posibilidades y sus limitaciones. Aquí, una lista de factores positivos y negativos que inciden en la imagen que el visitante se lleva del lugar, elemento clave para hacer del turismo una actividad sustentable en el tiempo y no un «boom» esporádico provocado por una favorable situación macroeconómica determinada. Los interesados en agregar información pueden escribir a la dirección de correo electrónico: pcaram@canaldig.com.ar

Lo bueno

Control de tránsito

La acción de la Policía controlando el Tránsito, en el marco del convenio con el Municipio, es una tarea novedosa que en otros años no había ocurrido. No obstante, es tanta la cantidad de gente que muchas veces no alcanza, pero es un avance para controlar la circulación vehicular y procurar evitar accidentes. También los inspectores municipales llevan adelante una tarea seria en las distintas arterias.

Los guardas ambientales

La contratación de guardas ambientales marca la decisión de preservar lo más importante que posee este lugar turístico: sus recursos naturales. Cuatro guardas recorren la zona de las Piedras Coloradas para intentar detener la acción de los fourtrax, jeeps y motos sobre el frágil ecosistema de ese lugar.

Control en la ruta

Al igual que el año pasado el control del Puesto Caminero en el sector de la curva peligrosa evita accidentes graves. La presencia policial allí, cauta y gentil, además de ser un servicio a quien ingresa es una medida de prevención para quienes no conocen la peligrosidad de esa curva cerrada ubicada a pocos kilómetros de San Antonio Oeste.

El nivel de gastos

Como se sabía, la amplia mayoría de los turistas son de un alto poder adquisitivo. Se los escucha en la playa hablar maravillados de esta villa comparándola con otros sitios del mundo a los que viajaban cuando la convertibilidad lo hacía posible. Los automóviles estacionados en la Costanera son caros y el nivel de gastos en los comercios ha aumentado notablemente en relación al año anterior, más allá del incremento de precios producido en los diferentes rubros. Pero así como pueden pagar más, exigen más. Es esperable que se vayan conformes para que regresen al año próximo.

La ocupación constante:

Esta temporada casi no hay picos entre fines de semana y días hábiles. Está lleno de lunes a lunes. Otras temporadas el balneario veía superada su capacidad de alojamiento los sábados y domingos y el lunes tenía sitios ociosos. En cambio ahora la permanencia es más extensa y la renovación inmediata.

Más espectáculos:

Muchos espectáculos nocturnos ya están en marcha en la Peatonal. Las opciones para la noche son cada vez más variadas. La calle céntrica es un continuo deambular de una marea humana que recorre la villa de la Primera a la Tercera Bajada incansablemente.

-La limpieza

Existen quejas, pero a la villa se la ve limpia. Es lógico que ante tanta cantidad de gente a determinados momentos del día la playa tenga algo de suciedad en las costas. Pero el basurero se ve recorriendo la villa a cada rato y las chicas que limpian la playa trabajan incesantemente. Vale el esfuerzo.

– El nivel de los nuevos alojamientos

Muchos departamentos recién inaugurados, complejos y algunos hoteles están ofreciendo servicios de muy alto nivel. En la zona de los Acantilados, Carlos Landívar construyó una serie de departamentos para la venta y alquiler que poseen sommiers, microondas, una hermosa vista, son espaciosos, tienen secador de pelo en el baño, muebles de algarrobo, detalles en las paredes y adornos importantes. Poseen quincho a compartir y pileta. También Golfo San Matías alquila algunos en esa zona con ese estilo. Hay construcciones nuevas acordes a las pretensiones actuales e ideadas para mantener el «target» de turistas que arribó este año al balneario.

Un nivel en el que Marina Cero empezó a incursionar hace unos cuatro veranos y muchos empezaron a imitar.

Pedro Caram