El vino argentino sobrevive en el segmento de precios altos
Uno de los resultados más significativos que arrojan las estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura para los primeros once meses del 2013 es que debido a la suba de costos internos (fundamentalmente mano de obra) que padece la cadena vitivinícola argentina y el atraso cambiario, que recién comenzó a corregirse a fines de noviembre, el 64% de las exportaciones totales de vinos fraccionados se ubica en el segmento de precios que va de los 26 a 60 dólares por caja de 9 litros (de 3,22 a 6,60 dólares el litro). El volumen comercializado en esta franja superó los 100 millones de litros en acumulado hasta noviembre del año pasado. De hecho, fue la única franja que registró una variación positiva en el período que está siendo considerado. El segmento más perjudicado por la política macroeconómica de la administración Kirchner es la que va de 8,5 a 15 dólares, donde las ventas se contrajeron un 46% interanual. De 15 a 26 dólares por caja, el volumen despachado disminuyó un 11,7%, mientras que la franja de valores más baja evidenció una caída del 15,8%. La pregunta clave es si la Argentina podrá recuperar el terreno perdido en las franjas de mercado que concentran los mayores volúmenes de venta.
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